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Las torres de vigilancia y defensa de la costa.
Ante los continuos ataques piratas desde la Berbería en el norte de África, poca población se atrevía a vivir cerca de la costa sino eran en núcleos urbanos de un cierto tamaño. Bajo el reinado de Felipe II de España, se proyectó toda una línea de vigilancia costera. Esta iniciativa española pretendía crear una línea que además de vigilancia, fuera defensiva.
Al no cesar los continuos ataques piratas a las costas, con esta efectiva línea de torres, se avisaba a las otras torres y pronto toda la costa estaba en estado de alerta. Cada torre divisaba a otras dos torres. El aviso se transmitía a las dos que veía y así por toda la costa. Con ello se evitaba normalmente el factor sorpresa, que beneficiaba a los piratas. y les proporcionaba superioridad.
Una enorme línea defensiva por toda la Costa del Levante
Las torres de vigilancia eran una perfecta atalaya desde donde observar el mar. Una red de lugares para control y defensa de la costa. Situadas en lugares estratégicos, vigilaban y avisaban del peligro.
Se comunicaban entre ellas, cada una podía ver al menos otras dos, para avisar mediante señales, si observaban algo sospechoso de ser un peligro para los barcos o poblaciones
Las Torres vigilaban y avisaban de la llegada de Piratas
Especialmente durante el reinado de Carlos V y Felipe II, ser construyó una enorme línea de vigilancia. Se componía de cientos de torres por todo el litoral desde la Cataluña hasta pasado el Levante.
Piratas observados desde las Torres de Vigilancia: Una red de torres de defensa. Podían divisar naves piratas desde largas distancias y avisar a las poblaciones cercanas de un posible peligro.
Las Torres vigías situadas en sitios estratégicos
Los continuos ataques de Piratas franceses, ingleses y sobretodo de Piratas Berberiscos a las costas del Imperio Español hizo necesario construir una red de torre de vigilancia y defensa.
Inicialmente se construyeron en la Península Ibérica, después también en América. Estas torres llegaron a pasar de la centena y constituían una red de alerta permanente.
Posteriormente el problema de los ataques en la costa, se dio en el Nuevo Mundo. Por eso también se levantaron fortificaciones para vigilar y defender las colonias, de los ataques de Bucaneros, Filibusteros, Corsarios y Piratas.
Peligro en las costas del Mar Mediterráneo
Desde el Siglo XVI ataques de Piratas Berberiscos
La enorme presión de las tropas españolas sobre los piratas berberiscos y la muerte de su jefe Aruj Barbarroja hizo que se vieran en peligro.
Vieron que la única manera de sobrevivir era pedir ayuda al Imperio Turco. Este les recibió con los brazos abiertos ya que les permitía recibir unos buenos tributos y una parte del botín de la piratería berberisco.
Pero también que al tener ocupados a los españoles defendiendo sus extensas costas de estos piratas, alejaba a los españoles de las costas turcas, que especialmente se vieron amenazadas al ser derrotadas por flota cristiana capitaneada por España en la batalla naval del golfo de Lepanto.
Abandono de la costa ante el temor a ataques
Las pequeñas poblaciones se desplazan al interior
Los piratas no se atrevían a atacar las poblaciones importantes ya que estas disponían de defensas y tropas.
Pero las pequeñas poblaciones costeras y núcleo de pescadores vivían con el temor permanente de ser hechos prisioneros y convertidos en esclavos si eran capturados por los piratas.
El Rey Felipe II tuvo que tomar medidas al quedar la costa despoblada por abandono de la población de los pueblos costeros y el traslado hacia el interior del país.
Y se necesitaban medidas eficaces y duraderas porque cada vez era más habitual que barcos piratas y en ocasiones auténticas flotas de barcos piratas atacaran la costa.
Una red de torres de vigilancia y defensa
Construcciones efectivas y duraderas
Las torres de vigilancia construidas permitían que de una manera continuada se vigilasen las costas. Tenían unos sistemas para avisar a la poblaciones y a las otras torres de la llegada de piratas. Además del sistemas habitual de encender un fuego, se hacían señales, se utilizaban campanas y se efectuaban disparos.
Ante esta llamada acudían rápidamente las tropas del ejercito o las milicias de vecinos organizadas para este fin desde los pueblos vecinos.
Con los años la costa del Mar Mediterráneo que pertenecía al Imperio Español tanto de la península ibérica como de la actual Italia, Nápoles, Sicilia, etc tuvieron sus torres de vigilancia.
La construcción de las torres no era aislada. Cada torre debía tener contacto visual con otras dos situadas una a su izquierda y otra a su derecha. Esto hacia que el solo hecho de prender un fuego en una de las torres se extendiera el aviso a toda velocidad por toda la costa ya que cada torre a su costado hacía lo mismo.
Ataques de piratas y corsarios berberiscos o turcos
Los piratas y la rebelión de los moriscos (1568)
El comercio marítimo se vió amenazado por los ataques a los barcos mercantes por los Piratas Berberiscos. Las comunicaciones entre los países se fueron debilitando y las poblaciones costeras despoblando por el temor a estos ataques piratas.
Inicialmente los ataques piratas aunque no eran al azar tampoco contaban con información eficaz sobre la resistencia que se podían encontrar en los pueblos costeros.
Los moriscos hartas del trato que recibían de los cristianos se levantaron en el año 1568 en una rebelión que pronto fue sofocada. Los piratas berberiscos se vieron beneficiados de los conocimientos de la zona de algunos de los moriscos que se desplazaron al Norte de África.
Los moriscos conocedores de las zonas en las que anteriormente habían habitado conocían las riquezas, las defensas, los mejores lugares donde esconderse antes de atacar, las mejores rutas a seguir en la huida y las personas del interior que les podían ayudar.
Durante un tiempo los ataques de los piratas gracias a la ayuda de los moriscos fue más eficaz.