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Powell vio similitudes entre el Imperio Español y Estados Unidos
Como si le cayera encima un Árbol de odio, tras la guerra de Vietnam, tal como le sucedió al Imperio Español, le hizo escribir el libro.
“a diferencia de otros prejuicios raciales, religiosos o propagandísticos, esta leyenda es pocas veces reconocida como tal, y aún menos veces condenada, por los mismos líderes intelectuales que se jactan de luchar contra similares prejuicios de raza, color o religión”
Es muy difícil de luchar contra una Leyenda Negra por los intereses que la respaldan y pone como ejemplo a la Leyenda Negra Española
De forma descarada se puede encontrar en la raíz de la construcción de numerosas identidades nacionales, Holanda con el ejemplo de su himno, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, además de los países Hispanoamericanos, que necesitaban justificar su independencia y sus males actuales. Destaca como se utilizó a autores españoles como propaganda de esta leyenda. Aunque el libro de Bartolomé de las Casas fuera un folleto repleto de exageraciones, se utilizó contra España. Se quiere olvidar que este mismo escrito ayudó a que en la Controversia de Valladolid, España promulgara unas leyes mas justas para los indígenas americanos.
España tuvo poder durante demasiado tiempo y esto despertó el miedo y la envidio de los países europeos e incluso de Estados Unidos.
La Leyenda Negra Española
“gratuitamente insulta a España, al sentido común y a la exactitud histórica”
Esta ha conseguido deformar la imagen de un imperio que alcanzó cotas sin parangón de humanitarismo y civilización. La crueldad y ambición de España, que Powell repite constantemente, estaban al mismo nivel que sus contemporáneos europeos y americanos.
Philip Wayne Powell (Estados Unidos)
Historiador estadounidense que se especializó en La historia de los Virreinatos españoles, especialmente del Suroeste de los Estados Unidos.
Destacan y son conocidos sus libros: Soldados, Indigenas y Plata: El avance hacia el norte de la Nueva España, 1550-1600 y El México’ Miguel Caldera: La domesticación de la primera frontera de Estados Unidos, 1548-1594.
Fue alumno de Herbert Eugene Bolton, prestigioso, profesor, historiador y escritor sobre temas Hispano, de la Historia de los Estados Unidos, con numerosos libros sobre asentamientos y exploradores españoles.
El libro: Árbol de odio
Propaganda y prejuicios que afectan las relaciones con el mundo hispano
Philip W. Powell
La Leyenda Negra y sus consecuencias en las relaciones entre Estados Unidos y el Mundo Hispánico
Última actualización el 2021-05-18 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
Publicado por primera vez a principios de la década de 1970, Tree of Hate es la exploración de Philip Powell de «la Leyenda Negra«, el mito popular de que la España colonial y sus agentes militares y religiosos fueron brutales e implacables en su conquista de América.
«Powell no solo busca rastrear los orígenes de lo que él llama hispanophobia, sino analizar su impacto en la educación, los libros de texto, la religión y especialmente la política exterior de Estados Unidos … La evidencia demuestra fácilmente que los académicos y diplomáticos de habla inglesa hablan con un lenguaje sesgado …. Demasiados críticos con España, para usar el tema central de Powell, simplemente han erigido un ‘Arbol del odio‘ por ignorancia o para justificar sus propios prejuicios y actividades … El libro de Powell merece una lectura cuidadosa «
España no es una mala excepción
«No existe nada en toda la historia española que pruebe que los españoles de entonces o de ahora puedan clasificarse como más crueles, mas ambiciosos o mas corrompidos que otros pueblos. No creo en la existencia de ningún intelectual respetable que, libre de prejuicios raciales y religiosos, pueda contradecir esta afirmación.
«Del estudio de la Europa contemporánea (siglo XVI), se desprende claramente el patrón universal de crueldad, intolerancia e inhumanidad que caracterizaba la vida social, religiosa y económica del continente. El humanismo era por aquel entonces , un simple concepto de relaciones humanas aun en estado latente y sin desarrollar, siendo por el contrario universal el desprecio de los derechos inherentes al individuo. Para un conquistador, el comportarse de forma compasiva hacia el conquistado, se consideraba generalmente todavía, como un signo de debilidad».
«Raramente se considera la posibilidad de que los españoles emprendieran la ruta a América por un simple deseo de mejorar fortuna, o que pudieran ir animados de sincero celo religioso o un mero anhelo de establecer hogares y colonizar, o que se interesaran en comenzar la industria ganadera, comercial, agrícola o que ejecutaran cualquier forma de servicio a la Corona. Es lógico y evidente el hecho de que la mayoría de los que emigraron lo hicieron guiados por motivos de similar naturaleza y diversidad».
«En contraste con su contrapartida inglesa, la Corona española no escatimó refuerzo alguno para evitar que los criminales y otros elementos socialmente indeseables emigraran a América. Los españoles, al revés de muchos ingleses, no sintieron la necesidad de ir a América para escaparse de persecuciones religiosas o de otra especie».
«La conquista española de América fue mas un logro de diplomacia que de guerra. Tuvo que ser así puesto que las fuerzas de exploración e invasión fueron tan pequeñas que, de otro modo, no hubieran podido sobrevivir y conquistar. Comparados con la perspicaz diplomacia española, las armas de fuego, los caballos y las espadas de acero fueron, a menudo, de menos eficacia».
«El interés español por las riquezas del nuevo mundo parece del todo lógico, enteramente normal y nada singular. Por contraste con el orgullo, eficaz rendimiento e interés con que ingleses, franceses, holandeses, judíos, alemanes, anglo o italo-americanos buscan la riqueza material, el español aparece generalmente menos preocupado con tales metas, e incluso desdeñoso de ellas. Tiene y tuvo mayor inclinación por alcanzar otros objetivos, arriesgando su vida y sus bienes al azar de una carta o de un conflicto bélico, ajustándose a la riqueza y a la pobreza (perennemente esta última), con una ecuanimidad que sorprende a la mayoría de los extranjeros».
«El hecho de que España gobernase seriamente y con hondo sentido de la responsabilidad una gigantesca parte del Nuevo Mundo durante unos tres siglos, de ordinario se pasa por alto en nuestros libros de texto. Y en la literatura popular».
«Las normas de legalidad y aplicación de las leyes estuvieron vigentes como en otras sociedades civilizadas. En general, la Corona no intentó imponer en América algo extraño o inferior a lo que regía en la península. Los impuestos, ordenanzas municipales, estatutos universitarios, legislación criminal y civil, justicia, fomento de las artes, sociedades benéficas, prácticas comerciales, etc, eran, mutatis mutandis, muy semejantes al uso español y a las normas de los estados europeos. En prácticas gubernamentales y privadas concernientes al bienestar público, hay abundante prueba de que las acciones de los españoles demostraron una consideración muy avanzada para su época».
Libro: Tree of Hate, El árbol del odio, 1972.
Philip Wayne Powell (California 1913-Santa Bárbara 1987), historiador, escritor y profesor en las Universidades de Berkeley, Pensilvania y Northwestern.