Contenidos
¿Vikingos en el Norte de España?
Una vez establecidos los vikingos en Normandía (Francia) se quedan sin un territorio al que atacar. Se dirigen hacia Galicia buscando las riquezas del norte de España en especial las riquezas religiosas de Santiago de Compostela.
En su ruta al Mar Mediterráneo, buscando zonas donde obtener buenos botines, se ven obligados a bordear la Península Ibérica. De paso aprovechan para saquear las Costa Española y Portuguesa, pero con derrotas.
En el Norte y Este penetrando por las rías
En algunas fiestas populares de Galicia se rememoran los antiguos ataques vikingos en sus costas. Son famosas las fiestas de Catoira, en las Torres del Oeste.
Las riquezas de la Península Ibérica
Atacan el Norte y el Este de España
Sucesivas expediciones atacan Galicia con éxitos parciales e incluso permaneciendo mucho tiempo en esta tierra. Pero cuando los cristianos se unieron contra ellos, les costó perder 70 barcos
Expediciones Vikingas por España
Después de llevar más de 50 años asolando Inglaterra, Irlanda y Francia se dirigen hacia el Mediterráneo.
Tienen que bordear la Península Ibérica y aprovechan para saquear la costas españolas y portuguesas.
Vikingos atacando por el Norte y Este de la España cristiana. Tuvieron un éxito inicial, pero fueron derrotados posteriormente en el Norte y Sur.
Atacan el Norte de la Península (844)
El Rey Ramiro I Rey de Asturias, les quema 70 barcos
Informado el rey de que los vikingos había atacado el sur de Francia, entrando por el Río Garona y montando su campamento en Bayona, toma medidas contra ellos. Sin embargo Asturias no tiene grandes rías navegables como Galicia, ni ciudades codiciadas donde obtener buenos rescates, exceptuando Gijón.
En este año son vistos desde Gijón, pero no se atreven a atacarla. Sin embargo no se libran de sus saqueos, multitud de sus cercanas y pequeñas poblaciones de la costa. Sea aprovisionan y continúan sus incursiones.
Pronto desembarcan en la Coruña, pero ya no son una sorpresa y son atacados por las tropas del Rey Cristiano Ramiro I, Rey de Asturias. Las tropas cristianas del rey, les derrota y ocasiona grandes perdidas, ya que les destruye 70 barcos.
Los vikingos supervivientes tuvieron que embarcarse en los drakar que les quedaban y se dirigieron hacia la desembocadura del Tajo. Atacan con furia Lisboa, que no les esperaba. Esta ciudad junto con Cádiz, y Sevilla sufrieron la venganza por la gran derrota que tuvieron en Galicia.
Expedición a Galicia (859)
El Conde Pedro les destruye 40 barcos
En el año 858 ya se les ve por Galicia. Las rías gallegas era un lugar excelente por su multitud de playas e incluso islas. En esta ocasión penetraron por la Ría de Arousa, unas 100 naves vikingas.
Siguieron por la ría y saquearon Iria Flavia que poseía riquezas por ser sede episcopal. Sitiaron Santiago de Compostela y amenazaron con entrar en la ciudad sino se les daba un tributo. A pesar de que se les dio un tributo intentaron entrar en la ciudad. A tiempo llegaron las tropas enviadas por el Rey Ordoño I que les hizo huir destruyéndolos 40 barcos.
Como venganza y para poder volver a su tierra con algún botín, los vikingos huyeron en dirección al sur de Galicia y saquearon las pequeñas poblaciones de la costa del sur de Galicia.
No pudieron con la ciudad amurallada de Lugo
Afortunadamente, el Obispo Hermenegildo se puso les hizo frente. Las defensas que levantó en la ciudad y su reorganización permitió que resistiese sin ser ocupada por los vikingos
200 barcos contra Galicia (968)
Saquean las poblaciones
Después de pelear contra el Rey de Francia, el Duque de Normandía les recomienda atacar la rica tierra de Galicia. Y una expedición de 200 drakkars se dirigen a la Península Ibérica.
Mientras 100 barcos atacan atacan la costa de Bretoña, posteriormente se dirigen a Lisboa, sufriendo graves perdidas, otros 100 barcos nuevamente aparecieron por sorpresa por la Ría de Arousa y sitiaron Santiago de Compostela. El Obispo Sisnando les hace frente pero es derrotado y muerto en la batalla de Fornelos.
Coincidió que el Conde Guillermo hijo del Rey Sancho estaba de peregrinación en la ciudad. A partir de ese momento dirigió la defensa de la ciudad. Sin embargo se extendieron por todo el territorio, continuando saqueando todo lo que quisieron. No encontraron gran oposición. Los vikingos se dedicaron a recorrer Galicia arrasando casi todo a su paso especialmente las tierras de Bretoña durante varios años.
División entre los reinos cristianos
Conocían la situación de luchas internas en la zona
Informados por sus agentes comerciales, estaban al corriente de las luchas internas entre la iglesia, los nobles y el rey. Las luchas buscaban elegir un rey que fuera controlado fácilmente y obedeciese los deseos de los nobles.
La conspiración entre los nobles y el Conde de Castilla Fernán González provocó la muerte por envenenamiento del rey Sacho el Craso. Le sucedió como rey Ramiro II, que todavía era un niño. Una figura testimonial sin fuerza para oponerse a los nobles.
La iglesia a través del Obispo Sisnando se había hecho con el control de la rica Santiago de Compostela, núcleo de peregrinación desde la Península y desde Europa. El Obispo Sisnando mejoró las defensas de la ciudad. Construyó una empalizada y un amplio foso. A la entrada del Ulla construyó unas torres de vigilancia y defensa ante invasiones por mar.
A pesar de que el Obispo murió en Fornelos por una flecha vikinga y fue derrotado, los vikingos no consiguieron tomar Santiago por sus defensas. Muerto Sisnando le sucedió el Obispo Rosendo que comenzó a dirigir la defensa de Santiago de Compostela.
Vencidos y destruidas sus naves.
En el ataque cristiano, muchos de sus barcos fueron destruidos. Murió en ese ataque, el jefe vikingo Gundred que estaba al mando de toda la flota vikinga.
Derrotados por el Conde Gonzalo Sánchez (970)
Cuando se retiraban a sus naves con su botín y sus prisioneros
El astuto Conde Gonzalo Sánchez,vio como poco a poco los vikingos se adentraban en las tierras del interior, saqueado las posesiones de otros nobles y acumulaban un enorme botín. Con total frialdad a pesar de que cada vez disponía de más tropas cristianas para atacarles, no opuso ninguna resistencia y les dejó merodear a su gusto por toda la zona .
Durante años permanecieron saqueando a su gusto por Galicia, tanto en el interior como en la costa. Llegaron hasta tierras de la actual León. Aldeas y monasterios fueron saqueados. Durante este tiempo consiguieron un gran botín y muchos prisioneros que pretendían vender como esclavos como era lo habitual.
Rudesindo encargado de la diócesis de Santiago de Compostela, consigue reunir un ejército, que se une al que envió el rey bajo el mando de Gonzalo Sánchez.
Al fin los vikingos cargados con un enorme tesoro fruto de sus saqueos, se dirigieron hacia la costa en busca de sus naves, con la intención de volver a su país. El lugar bien vigilado por los cristianos, avisó de que algunas de las partidas vikingas se disponían a retirarse a sus naves ancladas en las rías. El grueso de las partidas vikingas fueron seguidas y rodeadas por las tropas del Conde cerca de la Ría de Ferrol. Rodeados y sin poder embarcar fueron masacrados y se recuperó el enorme botín. Fueron quemadas la mayor parte se sus naves. El jefe vikingo Gunrod (Gunderedo) murió y los supervivientes fueron pasados a cuchillo.
Se adentraron en el interior hasta 350 km
Lordemanos (León): Algún grupo de vikingos se quedó en la zona
Al permanecer durante varios años en la zona, los vikingos se dividieron en varios grupos. Algunos de ellos abandonaron la costa y llegaron hasta la zona de León. La localidad de Lordemanos hace suponer que alguno de estos grupos se instaló permanentemente en la zona.
Remontan el Ebro hasta Pamplona (Iruña) (859)
Capturan al Rey García para obtener un rescate.
Rechazados en Galicia se dirigieron al Mediterráneo. Fue una sorpresa cuando aparecieron en el Reino de Navarra, entrando en Pamplona. Bien informados, consiguieron capturar al Rey García Iñiguez. El Rey recobró la libertad después de pagar más de 70.000 monedas de oro.
Se cree que remontaron el Ebro. Desde luego no corrieron riesgos ya que no asaltaron la ciudad de Zaragoza que estaba amurallada y bien defendida.
Vuelven a otra zona (Galicia 1008-1038)
Atacan la zona entre Portugal y España, menos defendida
Al ver las mayores dificultades que habían tenido atacando por la Ría de Arousa, realizan expediciones más al sur, arrasando Tuy (1015). Estos vikingos fueron expulsados por el Rey Alfonso V. Después de estas fechas solo realizan acciones puntuales cada cierto tiempo. En el año 1028 vuelven a entrar por la Ría de Arousa, pero son derrotados por el Obispo Cresconio. Para prevenir otras incursiones se construyen las fortificaciones de las Torres del Oeste, en las rías, para dificultad el avance hacia Compostela.
El pueblo que emigró a Francia y España
Britania (Inglaterra), Bretaña (Francia), Britonia y Bretoña (España)
Tras las invasiones de los pueblos anglos, sajones y jutos en los siglos V y VI, algunos habitantes de Britania se desplazaron a otras tierras. Algunos llegaron a Galicia y se instalaron en el Norte. Esta zona fue conocida como Bretoña, siendo saqueada en el siglo IX y los descendientes de aquellos emigrantes de Britania, padecieron nuevamente los ataques vikingos.
Leyenda de San Gonzalo, Obispo de Britonia
La plegaria y la terrible tormenta
Los habitantes del Obispado de Britonia ya habían padecido los ataques vikingos. En uno de ellos quedó destruida su capital Bretoña.
Cuenta la leyenda que cuando los habitantes presenciaron que una gran flota vikinga se acercaba a la costa, huyeron abandonando sus hogares. Bajo la dirección de su Obispo evacuaron la ciudad y se dirigieron hacia el Alto da Greda. Allí su Obispo rodilla en tierra comenzó una plegaria ante los ojos de sus feligreses.
Asombrosamente una gran tormenta se levantó, impidiendo que los barcos vikingos entrasen en la ría, hundiendo la mayoría de ellos.