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España vital en USA
Revolucion Americana
Vital Contribución de España en el Triunfo de la
Revolución Americana.
Por: Robert H. Thonhoff.
Traducción al Castellano por:
José Ignacio Vasconcelos
y Oliva Fernández-Lana Álvarez.
Ensayo sobre un Capítulo Olvidado
de la Historia de la Revolución Americana.
POCOS NORTEAMERICANOS APRECIAN LA MAGNITUD DE LA PARTICIPACIÓN DE ESPAÑA en su Revolución de Independencia. Casi ignorada dicha participación, durante los últimos 200 años, el papel vital de España en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, empieza lentamente a surgir en la conciencia nacional estadounidense.
Al hablar o escribir sobre el tema anterior, nuestros compatriotas lo caracterizan,
generalmente, como algo de poca monta, escasamente digno de ser mencionado.
Copyright © 2006 by Robert H. Thonhoff
617 N. Esplanade St., Karnes City, Texas 78118-2522, U.S.A.
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Investigaciones recientes llevadas a cabo por especialistas han sacado a luz nueva
información respecto de la Revolución Americana, misma que habia sido literalmente “Barrida bajo el tapete de la historia” por demasiado tiempo. En consequencia antiguos conceptos empiezan a ser substituidos por la verdad histórica.
Durante los siglos XV, XVI, XVII, XVIII, y XIX, debemos recordar que España
descubrió, exploró, dominó y colonizó el Imperio de mayor extensión territorial en la historia del mundo. Sus dominios se extendieron en alrededor del globo e incluyen la mayor parte del hemisferio occidental. En tiempos de la Revolución American España gobernaba o reclamaba para si todo el territorio de los actuales Estados Unidos, al oeste del río Mississippi más el puerto
de Nueva Orleans. Este vasto territorio era parte de la Nueva España, la cual se extendía de Centro América a los “hielos árticos.”
Comienza la guerra
De 1776 hasta haber declarar formalmente la guerra a Gran Bretaña en 1779, España, a
través de los mercaderes Diego de Gardoqui en Bilbao y Oliver Pollock en Nueva Orleans, en
forma encubierta enviaba dinero, mosquetones, municiones y avíos militares en grandes cantidades como ayuda a los Americanos en su desigual lucha contra Inglaterra, por mucho tiempo enemiga de España y Francia.
Con anterioridad a la declaración de guerra, España disponía de una red de espionaje,
mediante observadores a lo largo y ancho de las zonas involucradas para vigilar el curso de la revuelta. Dos observadores situados en Philadelphia, Juan de Miralles y Francisco Rendón, quienes proporcionaban no sólo apoyo moral sino también servían para hacer llegar los suministros de ayuda material enviados por España a las patriotas Americanos, en tanto durara la
revolución. En 1781, Rendón ofreció la hospitalidad de su casa al General George Washington durante la visita de navidad de dicho General a Philadelphia.
En 1777, Benjamin Franklin, representante Americano en Francia, destacó a Arthur Lee
para que fuera a España, donde Lee contrató secretamente y envió a través de la Compañía
Española de José Gardoqui e Hijos 215 cañones de bronce, 4,000 tiendas de campaña, 12,826 granadas, 30,000 mosquetones, 30,000 bayonetas, 30,000 uniformes, 51,314 balas de
mosquetones y 300,000 libras de pólvora, para ser expedidos desde un barco de un puerto
Francés vía Las Bermudas a Boston. Posteriormente en una de sus cartas Franklin agradeció al ministro de Carlos III, el Conde de Aranda, por el envío de 12,000 mosquetones remitados a Boston por España.
De 1776 a 1779, a través del mercader Oliver Pollock en Nueva Orleans, España
concedió créditos a las Colonia Americanas por 7,944,906 reales para el envío de toda clase de suministros: uniformes, zapatos, mantas, alimentos, medicinas, plomo, pólvora, mosquetones, yesca, cañones y otros materiales, que fueron enviados por los ríos Mississippi y Ohio, a las mal provistas tropas de George Washington y George Rogers Clark.
Igualmente importante para la Revolución Americana, fué el control Español de la cuenca
del Mississippi a través del puerto de Nuevo Orleans, permitiendo que suministros y
comunicaciones pudieran ser enviados por los mencionados ríos. Con el bloqueo Británico de la costa Atlántica, los ríos Mississippi y Ohio sirvieron como una verdadera línea vital a las fuerzas de George Washington y George Rogers Clark. Solamente barcos Españoles, Americanos y Franceses se permitía que usaran el puerto de Nuevo Orleans y la mayor parte de la ayuda recibida por Washington y Clark ingresó por esta puerta trasera.
España entra en la guerra
Después de que España declara formalmente la guerra a Gran Bretaña, el 21 de Junio de
1779, el rey Español Carlos III comisionó al General Bernardo de Gálvez, Gobernador de
Luisiana, para que condujera una campaña militar contra los Británicos que dominaban puntos estratégicos del golfo. En consecuencia procediendo a cumplir órdenes Gálvez organizó una Armada y una Marina, derrotando a los Británicos en las batallas de Manchac, Baton Rouge y Natches in 1779, en Mobile in 1780 y en Pensacola en 1781. Entre tanto sus fuerzas Españolas protegieron el alto Mississippi y el río Ohio, derrotando a los Británicos en San Luís, Missouri y
San José, Michigan, asistiendo a George Rogers Clark en sus batallas de Vincennes (Indiana), Kaskaskia (Illinois) y Cahokia (Illinois).
En 1782 el Conde de Gálvez volvió a derrotar a los Británicos y logró el control de su
base naval de New Providence en Las Bahamas. Los Españoles se preparaban para la mayor campaña de todas contra Jamaica cuando sus planes fueron desviados por las negociaciones de España e Inglaterra que culminaron en el Tratado de Paz de París de 1783, con lo que oficialmente terminó la guerra. Al abrir un tercer frente, los Españoles eficazmente disminuyeron las fuerzas Británicas que pudieron haber sido usadas en otras partes.
Para alimentar a las fuerzas Españolas, unas 9,000 cabezas de ganado de Texas
procedentes de particulares, misiones y ranchos del valle del río San Antonio, fueron arriados por rancheros Texanos y Españoles escoltados por soldados Hispano-Texanos para las tropas del Conde de Gálvez en su campaña de Luisiana a Florida. Además, cientos de caballos fueron enviados para los requerimientos de guerra contra los ingleses.
Al mismo tiempo el Conde de Gálvez contestaba las cartas que recibía de Patrick Henry, Thomas Jefferson, General Charles Henry Lee, Capitán George Morgan y Capitán George Gibson, quienes solicitaban más ayuda; lo que el Conde de Gálvez continuó proveyendo. Es de notar que parte de la flota Francesa estuvo bajo del mando del Conde de Gálvez durante los dos meses de sitio de Pensacola, Marzo a Mayo de 1781. Después de la exitosa batalla que permitió
la toma del Fuerte George en Pensacola, Gálvez despidió a la flota Francesa y dotándola con 500,000 pesos oro, con lo cual esta viajó a lo largo de la costa atlántica hacia la Bahía de
Chesapeake, llegando en el momento preciso para ayudar a Washington a derrotar a Lord
Cornwallis en Yorktown el 19 de Octubre de 1781.
Un impuesto voluntario de guerra fue recabado de soldados y civiles en Nueva España y
Cuba, incluyendo las provincias de California, Nuevo México y Texas partes integrantes de
Nueva España en ese tiempo, lo que sirvió para el sostén de los gastos de guerra. Parte de este dinero, según estudios recientes pudo haber sido incluido en los 500,000 pesos oro que el Comandante Español Francisco Saavedra recibió de Veracruz, mismos que él a su vez entregó a Chevalier de Monteil quien los hizo llegar al Conde de Grasse, Comandante de la Flota Francesa en el Caribe, quien usó el dinero para pagar a sus marineros y reaprovisionar sus barcos en la
Habana y Guarico en su ruta hacia Yorktown. Otro millón de pesos oro de Veracruz fueron
enviados a de Grasse mientras procedía en la ruta hacia la Bahía de Chesapeake.
España no sólo enfrentaba a los Británicos en el Norte del Continente American sino
también en la lejana Filipinas, Galápagos, las islas de Juan Fernández, Honduras, Guatemala, Nicaragua, Bahamas, Jamaica, Menorca y Gibraltar. En tanto que permanecía latente la amenaza de una invasión Hispano-Francesa a Gran Bretaña. Francia lograba dar al conflicto una dimensión mundial al atacar a Inglaterra en la India, La Bahía de Hudson y Sierra Leone, además de en Norte América y las Indias Occidentales.
El Conde de Gálvez tenía bajo de su comando hombres de España, Mayorca, Cuba e
Irlanda. De Luisiana reclutó Franceses, Acadios, Germanos, Españoles de las Islas Canarias, Indios y Negros, tanto esclavos como libres. Y alrrededor de unos 30 americanos, parte de la marina de Carolina del Sur, unos cuantos Texanos pertenecían también a sus tropas. Contaba
además con muchos soldados y barcos de México (Nueva España). Uno de sus Generales de mayor rango fué Gerónimo Girón, descendiente de Moctezuma. Su Ayuda de Campo en la Campaña de Pensacola fué Francisco de Miranda el precursor de la Independencia Venezolana.
A voluntarios Norteamericanos se les ofreció refugio, mismo que aceptaron en los
Puertos de Bilbao, La Coruña, Algeciras y Santa Cruz de Tenerife. El mismo John Paul Jones, utilizó La Coruña como base de operaciones durante 18 meses. Tanto voluntarios Americanos como la flota Francesa del Caribe, encontraron refugio y provisiones en los puertos españoles de la Habana y Nuevo Orleans. Los puertos franceses de Guarico en Cabo Francés de la Isla
Española, fue igualmente un importante refugio para los barcos Norteamericanos, Españoles y Franceses.
En su viaje de retorno de España a Nueva España en Octubre de 1784, Gálvez fué
acompañado por Diego de Gardoqui, quien iba en camino a Philadelphia como primer embajador de España en los Estados Unidos de Norteamérica. En Febrero de 1785, Gálvez estuvo en Savannah y Baltimore, representando a España en las negociaciones relacionadas con límites geográficos con Estados Unidos. Poco tiempo después, en reconocimiento de la ayuda proporcionada por la marina de Carolina del Sur en la invasión de las Bahamas en 1782, el rey Carlos III de España, conociendo el interés de Jorge Washington en la crianza de animales,
epecialmente la cruza para obtener mulas, ofreció a Washington el obsequio de dos burros para la procreación, en su Rancho de Mount Vernon. El 21 de Diciembre de 1785, Washington escribió una carta agradeciendo al Rey por el obsequio de los dos burros.
Al terminar la guerra en 1783, el Conde de Gálvez fué distinguido en el Congreso
Americano por su ayuda durante la Guerra de Independencia. De 1785 a 1786, el Conde de
Gálvez fungió como Virrey de la Nueva España, muriendo prematuramente a la edad de 40 años y fué sepultado en la ciudad de México el 30 de Noviembre de 1786.
En 1789 el primer Embajador de España en los Estados Unidos fué Diego de Gardoqui,
quien estuvo al lado de George Washington durante su desfile inaugural en la ciudad de Nueva York, entonces la capital de los Estados Unidos. El Embajador Gardoqui fondeó al bergantín español “Galveztown” en el puerto de Nueva York el cual sirvió como buque insignia del Conde de Gálvez durante la Campaña del Golfo, el único buque que mereció tal distinción entre los navíos de guerra extranjeros.
Desde entonces por razones inexplicables, los Estados Unidos parecen haber olvidado no sólo la gran contribución Española en la Independencia Americana sino también al gran héroe Español de la Revolución Americana: General Bernardo de Gálvez.
En tiempos más recientes, el 3 de Junio de 1976, con motivo de los Doscientos Años de
la Declaración de Independencia Norteamericana, el Rey Juan Carlos I de España, descendiente directo del Rey Carlos III, donó al pueblo de los Estados Unidos de Norteamérica una estatua ecuestre del General Bernardo de Gálvez como testimonio de que España contribuyó con la sangre de sus soldados a la causa de la Independencia Americana. La estatua se encuentra
ubicada en la ciudad de Washington, cerca de la intersección de la avenida Virginia con la calle 21 del sector N.W.
Como dijimos antes: Pocos Norteamericanos aprecian la magnitud de la participación de
España en su Revolución de Independencia, participación ignorada durante los últimos 200 años, empieza lentamente a surgir en la conciencia nacional estadounidense, reconociéndose el papel vital de España en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica.
Historiadores de España, México y los Estados Unidos, están actualmente trabajando con
gran ahínco, investigando, escribiendo y hablando para diseminar información que ha sido “barrido bajo el tapete de la historia”, por demasiado tiempo. En consecuencia es de esperar que España reciba el crédito que merece por la ayuda prestada a los patriotas Americanos durante la Guerra por su independencia. Y una vez que los Americanos se den cuenta cabal de la vida y los
hechos del General Español el Conde Bernardo de Gálvez, lo recordarán y honrarán en la misma forma que al General Marqués de Lafayette, al General Rochambeau y al Conde de Grasse de Francia; Barón Von Steuben y Barón DeKalb de Prussia (ahora Alemania); Thaddeus Kosciuszko
y Casimiro Pulaski de Polonia.
Autor
Robert H. Thonhoff
.Antiguo Juez del Condado de Karnes, Texas, historiador y Ex-Presidente de la Asociación Histórica del. Estado de Texas