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Hernán Cortés: ¿Libertador y Pirata?
Pueblos esclavizados por los Aztecas
Este español buscando Oro vio unos pueblos mexicanos esclavizados y atemorizados por los Aztecas y se convirtió en el Cortés Libertador. Para combatir un imperio y una sociedad muy cruel, los pueblos mexicans le ayudaron.
+ México
Hernán Cortés Libertador y pirata astuto
El retorno de los dioses devolvió la esperanza, a unos pueblos sometidos y maltratados por sus vecinos Los Aztecas.
Los enormes tributos que tenían que pagar en oro, especias y vidas humanas para los sacrificios habían creado un clima para la revuelta en el Imperio
Los indígenas hicieron la conquista
Realmente la conquista del Imperio azteca la hicieron los indígenas ayudados por los españoles. Hernán Cortés creó la estrategia de alianzas y aprovechó la ventaja tecnológica militar.
Inteligente y hábil estratega, estudió las relaciones y divisiones entre los pueblos mexicanos y las utilizó en su beneficio para ganarse aliados
Con las alianzas y la ayuda de las otras naciones mexicanas, la conquista fue muchísima mas rápida. Sino se habrían necesitado muchas décadas porque no había un número suficiente de españoles en el Nuevo Mundo.
La información de Malinche
Hernán Cortés descubrió que Tenochtitlan exigía duros Tributos a los Pueblos vencidos y se convirtió en el Cortes Libertador
Cada cierto tiempo pasaban los recaudadores y recogían: víctimas para los sacrificios, jovenes, oro, plata, tabaco, alimentos ..
Cuchillo de Obsidiana
Era el cuchillo ceremonial habitual para los sacrificios en México durante el Imperio Azteca
Con él se le arrancaba el corazón a la víctima estando todavía viva
Lo habitual era sacrificar cruelmente a seres humanos para contentar a los dioses. Se consideraba que la vida humana era el regalo más valioso que se podía ofrecer a un Dios
Como fruto de los resultados de las excavaciones modernas en los templos aztecas, se puede uno imaginar la enorme cantidad de sacrificios que se realizaban. En la base de los templos se han encontrado miles de cráneos de los sacrificios realizados. A veces se arrojaban escaleras abajo.
Para mantener el ritmo de esta cruel matanza, necesitaban estar en continua guerra para capturar prisioneros que más tarde ofrecían a los Dioses, para contentarlos.
Tributos: Oro, jóvenes ..
Exigían los Aztecas a los pueblos mexicanos derrotados
Cortes pirata y libertador ante los ojos de los mexicas parecía un dios, no toleraba los sacrificios humanos ni el mal comportamiento de sus soldados.
Los aztecas pedían a sus vasallos:
Secuestro de jóvenes
Elegían a niños y jóvenes para el ejército. Cada cierto tiempo los pueblos de México eran visitados por los enviados aztecas Apartaban de sus familias a los niños y se los llevaban para educarlos como soldados al servicio de su Imperio.
Víctimas para los sacrificios
Miles de víctimas. Cada pueblo sometido a los Aztecas tenía que proporcionar un cierto número de víctimas para que fueran sacrificados a los dioses en los templos de Tenochtitlan. En una ceremonia cruel donde les arrancaban el corazón en vivo.
Jóvenes como concubinas
Recorrían los pueblos recogiendo jovencitas que eran llevadas a los harenes para proporcionar placer a los nobles aztecas.
Riquezas: Piedras preciosas, Oro, Plata
Recogían lo mejor de cada zona.
Tabaco
Los cigarros ya preparados para poder fumarse. El tabaco se fumaba en las tierras de los Aztecas y necesitaban grandes cantidades ya preparadas en cigarros, dispuestos para fumar.
Alimentos: Miel
Alimentos especiales como la miel.
Metales
Especialmente el preciado metal, el Cobre.
Sedientos de víctimas humanas
En el Templo de Tenochtitlán había mas de 130.000 cráneos humanos
El tributo a los dioses era lo más preciado una vida humana. Para ello a las víctimas se les sacaba el corazón.
Los sacrificios de Humanos
Pirámides coronadas por templos, y la pila de los sacrificios
Las ceremonias religiosas se sucedían continuamente y era anunciadas por tambores. Los fuegos de los sacrificios ardían noche y día como aviso de lo que se realizaba. Exóticas ceremonias se sucedían dirigidas por los grandes sacerdotes y sus ayudantes. Se calcula que varios miles ayudaban en las fechas de ceremonias religiosas especiales.
En la Pila de los Sacrificios, dos sacerdotes sujetaban a la víctima por los brazos y los pies, mientras tenía apoyada su espalda sobre la pila, impidiendo que se moviese. Pronto un tercero le sacaba el corazón, en medio de los gritos de horror de la víctima, que veía lo que le hacían. A continuación el sacerdote, se lo enseñaba a la multitud, ofreciéndole a los dioses.
Al pie de la pirámide escalonada, multitud de estaca sobresalían del suelo. En ellas aparecían clavadas los cráneos de las anteriores víctimas. La pirámide chorreaba sangre humana derramada.
Creían que el alimento de los dioses era esta sangre y corrían el riesgo si no se la proporcionaban de que el Sol no renaciera cada día.
Para calmar a sus dioses
Tenían miedo a que desapareciera el Sol y no volviese a salir. Posiblemente algún acontecimiento histórico, eclipse, ceniza de una erupción de un volcán, etc pudo sembrar ese temor ya que el sol no se contempló durante días.
Lo mas valioso la vida humana
Querían satisfacer a los dioses ofreciéndoles lo más apreciado. El corazón y la sangre humana era lo más preciado.
Sacaban el corazón en vivo
Horrible tormento a sus víctimas al abrirles el pecho y sacarles el corazón en vida. Ofrecían una vida y su sangre fresca a los todo poderosos dioses en especial al Dios de la Guerra, Huitzilopochtli.
Mensaje Divino
Mientras buscaba riquezas supo aprovechar la división de los Mexicanos y sus continuas guerras para apoderarse el Imperio Azteca. Se creyó portador del mensaje divino al contemplar tantas crueldades
Cortés supo vigilar a los españoles.
Y los mexicanos vieron la oportunidad de liberarse de los Aztecas. Los dioses españoles les parecían unos santos comparado con las crueles barbaridades que cometían los Aztecas por todo México.
Totonacas aliados de los españoles
30 pueblos Totonacas deciden unirse a los españoles y dirigirse a ocupar Tenochtitlan, la capital del Imperio Azteca
Hartos de los desmanes de los Aztecas de Tenochtitlan y de sus aliados, a los cuales tenían que pagar duros tributos se unieron a los españoles contra ellos.Aportaron 1.300 hombres a esa expedición a la capital de México. Y serían a partir de ese momento fieles aliados de los españoles
Tlaxcaltecas aliados de Cortés
Aunque probaron la fuerza de los que creían dioses, poco después se aliaron con los españoles
Los tlaxcaltecas, los mejores aliados
Para el Cortés libertador, su apoyo fue fundamental
El ejército de Hernán Cortés se vio frenado por un gran número de tlaxcaltecas. No estaban dispuestos a dejarles pasar por su territorio.
Después de dos enfrentamiento donde los españoles por el número se veían perdidos, recibieron una oferta de paz. En parte atemorizados por las cargas de la caballería de los españoles, por los cañones y arcabuces cambiaron de idea. Y quizás también pensaron que con estos poderosos aliados p ían hacer frente a los mexicas.
Tras estas escaramuzas con los españoles, firmaron la alianza y participaron en la conquista de Tenochtitlan. Tuvieron gran importancia, porque fue el único pueblo que nunca habían sido sometidos totalmente por los Aztecas, siendo vigilados constantemente por tropas mexicas.Hernán Cortés supo tratarlos bien y permitió su venganza contra los habitantes de Cholula.
Los tlaxcaltecas los mejores aliados de los españoles
Tlaxcala punto estratégico en México
Cholultecas se unieron
Después de que les españoles les derrotaron, se volvieron en contra de los Mexicas
Hernán Cortés seguía recibiendo a los embajadores de Moctezuma que continuaban trayendo ricos regalos y ya le invitan a visitar Cholula uno de los pueblos tributarios de los mexicas.
Los dirigentes de Cholula temiendo las represalias de los mexicas sino lo hacían, fueron convencidos por los aztecas para que preparasen una emboscada en el interior, donde la eficacia de la caballería y de los cañones era mucho menor por las calles estrechas. Contaban también con la promesa de tropas mexicas.
Pero los tlaxcaltecas estaban enemistados con los cholultecas. Anteriormente habían sido sus aliados contra los mexicas. Sin embargo los de Cholula habían roto la alianza con los Tlaxcala y se habían hecho tributarios de Tenochtitlan y sus aliados.
Los españoles deciden visitar Cholula sin hacer caso de los consejos de los tlaxcaltecas que temían una emboscada en la ciudad, donde las tropas españolas eran menos efectivas que en campo abierto. Además tenían noticias que 20.000 mexicas estaban acampados en las proximidades.
Hernán Cortés, ante la petición de venganza de sus aliados y temiendo una emboscada decide atacar por sorpresa ya desde el interior de la ciudad. Secuestra a los dirigentes de Cholula y ante una señal ataca desde el interior y el exterior de la ciudad. Sus aliados Totonacas y Tlaxcaltecas atacan muchos de ellos desde el exterior, encantados de vengarse de los de Cholula.
Aunque la matanza solo dura unas horas, la carnicería fue enorme. Mueren mas de 6.000 cholultecas en manos de los españoles y sus aliados.
Moctezuma toma nota de la derrota y ve que el poder de los españoles va creciendo gracias a los tlaxcaltecas, totonacas. Desde ese momento los cholultecas por una combinación de táctica y miedo deciden unirse a Hernán Cortés para acabar con el Imperio de Tenochtitlan.
Hernán impuso una dura disciplina
Quiso proteger a los indios aliados
LLegó a firmar varias penas de muerte contra soldados españoles que vejaron o atacaron indios amigos. No toleraba que sus hombres robasen algo de los indios, ni aunque fueran alimentos, ni un simple pavo
Hernán Cortés no era ningún puritano y utilizaba la violencia cuando lo consideraba imprescindible. Pero se aseguró de que los indios que vivían en los territorios por los que pasaba, no tuvieran ningún temor de los españoles, si venían en paz.
Por ello impuso duras penas a sus sold, las duras normas de guerra para los soldados españoles bajo incluso pena de muerte, en sus «Cartas de Relación»
En sus escritos al Emperador Carlos V, explica la dificultad de la conquista
«Lo primero, que ninguna persona fuese osada de blasfemar de Nuestro Señor Jesucristo, de Nuestra Señora su bendita Madre, ni de los Santos Apóstoles so graves penas.»
«Lo segundo, que ningún soldado tratase mal a nuestros amigos, pues, iban para os ayudar, ni les tomasen cosa ninguna, aunque fuesen de las cosas que ellos habían adquirido en la guerra, ni plata ni chalchis.»
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