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Los vascos españoles crearon la primera industria de Norteamérica
La importancia de las factorías balleneras vascas asentadas por las costas de Terranova, la Península de Labrador y la desembocadura del Rio San Lorenzo, llegó a disponer en ocasiones de 9.000 vascos. Unas veces pescando o capturando ballenas y otras o cuando el tiempo no permitía una navegación adecuada, trabajando en las factorías, elaborando el aceite de ballena.
La primera industria establecida en América del Norte, fue la industria ballenera vasca. Sus factorías estaban diseminadas por toda Terranova.
No es extrañar la sorpresa del explorador francés Jacques Cartier, cuando en su primer viaje a Terranova anotó en sus cartas:
«En aquellas remotas aguas me encontré a mil vascos pescando bacalao».
Pero los vascos iban a hacer también otra actividad. Llegaron a Terranova posiblemente siguiendo a las ballenas. Tras la captura de ballenas, su trabajo consistía en transformar sus grasas en aceite. Una producto muy valorado en Europa.
País Vasco tradición ballenera
Larga experiencia con la ballena
Un ejemplo de Hondarribia (Fuenterrabía, Guipúzcoa), con su sello con la ballena como elemento característico de su actividad. Muchas localidades costeras vascas utilizaban la ballena. Tradición que aportaba conocimientos y experiencia, probablemente con muchos muertos en una actividad tan peligrosa a intentar matar a una ballena.
Peligro y alto riesgo
La técnica de clavarle dos arpones era muy efectiva, pero muy peligrosa. La ballena se revolvía y podía acabar con la pequeña chalupa. Una vez clavado el arpón quedaba atrapada, porque ataban un madero al extremo de la soga enganchada al arpón y ya no podía sumergirse. Otro de los arpones llegaba otra soga, pero esta era muy larga, para que la ballena se pudiera mover, pero no escapar.
La captura de una manera debía ser todo un espectáculo para los indígenas, que desde tierra observaban los apuros de los arponeros y de los marineros de la chalupa que remaban desesperadamente para ponerse a salvo, alejándose lo mas rápido posible del alcance de la ballena.
Los usos industriales de la ballena
Instalaciones permanentes y de temporada
Los vascos viajaban normalmente una vez al año, aprovechando el buen tiempo. Tardaban casi un mes y medio en llegar a Terranova. Una vez allí procedían a reparar sus instalaciones de los posibles daños durante su ausencia. Por ellos sus antiguas viviendas, hornos y almacenes, volvían a estar en condiciones de funcionar durante su estancia.
Se dedicaban a capturar ballenas y prepararlas para aprovechar todo lo posible de ellas. Despedazaban su grasa en trozos que denominaban cubos, para que pudieran ser derretidas en los hornos y crear el aceite. Había abundante trabajo con el troceado de la ballena, la colocación de la grasa en los lugares adecuados, la creación de los aceites y el almacenaje en barriles, algunos muy pesados. Una vez acabada la temporada, cargaban estos miles de barriles en las bodegas de los galeones y emprendían la vuelta hacia el País Vasco.
Buena relación con los nativos
En general la convivencia con los nativos fue muy buena. Mantuvieron un trato de colaboración con ellos y les ayudaban en los trabajos. A cambio de ello, los vascos les suministraban sidra y pan. Los indígenas no se sentían amenazados, ya que sabían que los españoles marcharía de vuelta a su tierra, al acabar la temporada, como tantas veces antes lo hicieron.
El explorador francés Jacques Cartier en su primer viaje, ya menciona que se encontró con la sorpresa de ver unos mil vascos por aquellas tierras tan remotas. Ese era un gran número de personas extranjeras en un territorio, que podía ser hostil. En ocasiones según la campaña y la temporada, llegaron a establecerse hasta 9.000 vascos pescando y en las factorías de la zona
Pudo existir una cierta fascinación de los indígenas al observar con que valentía se atrevían a cazar las enormes ballenas desde las pequeñas chalupas. La grandeza de los robustos galeones nunca vistos por aquellos mares, tenían que ser una visión impresionante, para los ojos de los nativos. Verlos navegar con todas su velas desplegadas, era algo nunca visto por alguien, que solo había visto una canoa.
La relación con los franceses que llegaron posteriormente, fue muchísimo peor. A los franceses los vieron como un peligro, aunque solo llegaron unos cientos de personas, lo cual contrasta con los vascos, que llegaron en ocasiones a ser varios miles. A los franceses los veían como una amenaza, ya que no llegaba a trabajar a pescar como los vascos. Llegaron y comenzaron a montar una colonia permanente y con el propósito de quedarse en sus tierras.
Aceite de ballena
Trasformando la grasa de ballena, se obtenía un aceite de alta calidad, muy valorado en toda Europa. Sus altos precios, hacía extraordinariamente rentable, enviar costosos barcos hasta Terranova, para capturar ballenas.
Barbas de ballena
En aquella época existían pocos y caros productos metálicos como complementos para los productos que se elaboraban. Las barbas de ballena se utilizaban para fabricar resortes, varillas de paraguas, corsés, relojes etc. Su dureza y larga duración les hacían muy eficaces para fabricar con ellos elementos flexibles, que pudieran volver a su posición original muchísimas veces, sin por ello deformarse o estropearse.
Las expediciones vascas hacia Terranova tuvieron gran éxito. Se financiaban bien porque era muy valorada la carga que traían, temporada tras temporada. Los barriles con aceite de ballena se enviaban a Inglaterra y Flandes.
La Lumera
Utilizada como iluminación
Esta utilización de este aceite para la iluminación acabó dándole el nombre. Se le conocía como lumera, para rellenar las lámparas de aceite.
Grasa de ballena
La grasa de ballena mezclada con algunos otros productos, se utilizaba para calafatear los barcos, ya que el producto resultante fruto del alquitrán y la estopa, tomaba cohesión e impermeabilidad con la grasa de la ballena.
Industria textil
Las barbas de las ballenas se utilizaban para hacer faldas de aro y corsés por su gran flexibilidad.
Ambroise Paré, en 1564, dijo que se empleaban para:
«hacer farthingales [faldas de aro], corsés, mangos de cuchillos y muchas otras cosas».
La Provincia de Guipúzcoa en el año 1581 alegaba:
«…la dicha provinçia esta prinçipalmente fundada sobre ferrerias de labrar fierro y azero y en la navegaçion de Terranoba a pesca de bacallaos y grasas de ballena…».
En 1583,Cristóbal López de Zandategui escribió:
“…provee (Guipúzcoa) de grasa la mayor parte de España, Francia, Flandes, Inglaterra”.
Primera protoindustria de Norteamérica
Thomas Jefferson
Jefferson conocedor de la historia de España y admirador de ella. La conociá bien desde sus orígenes y poseía obras de historia como la famosa «Historia de España» de Juan de Mariana, del que era admirador, tanto como lo fue Adams.
Fue padre de la Patria y de la Independencia de las 13 colonias. Con su gran conocimiento de la Historia y Literatura Española, lo tenía muy claro. En unas declaraciones en el año 1788 hablando sobre los primeros trabajos en Norteamérica, es decir, los primeros trabajos considerados proto-industriales, explicó:
«Los vascos lo empezaron» (Los Españoles)
Los vascos desarrollaron la técnica de la caza industrial de las ballenas. Montaron factorías en sus zonas de capturas y en ellas aprovechaban al máximo los componentes, desde grasa, huesos, barbas etc. Y además consiguieron la colaboración de los indígenas en sus proyectos.
Padres de la Patria y Gardoqui, Amezaga, Unzaga
Los padres de la Patria tuvieron trato con vascos y fueron muy importantes desde los momentos anteriores a la Revolución de las 13 colonias y en su independencia. Unzaga de padre vasco, y primo de Gardoki fue Gobernador de Luisiana y el primero que ayudó a los patriotas norteamericanos. Crearía junto a Gardoqui y su sobrino Amezaga una sociedad mercantil en Nueva Orleans, a través de la cual, enviaría la ayuda, de manera encubierta a los rebeldes de las 13 colonias. Gardoki, suministro armas y todo tipo de avituallamientos militares a los rebeldes. Ese trato que tuvieron con Gardoki, que tanto ayudó a las 13 colonias, en su lucha contra Inglaterra, le aportaría mas conocimientos sobre el País Vasco. GardoKi llegaría a ser, el primer Embajador de España en las 13 colonias, una vez constituido en país independiente.
John Adams en el País Vasco,
En su viaje a Europa, Adams visitó a su amigo Gardoki en lo que el denominaría «La República de Bilbao«. Esto indica que conocía el funcionamiento de las Juntas vascas y sus leyes tradicionales (llamados Fueros), juradas por los Reyes de España. No es de extrañar que haya un busto suyo en Bilbao, la capital de Vizcaya. También existe una estatua de Gardoki en U. S.
Durante su estancia John Adams, conoció mas de cerca la historia y tradiciones marineras del País Vasco. La familia Gardoki, gestionaba una naviera de larga tradición familiar. Sus barcos viajaban por Europa y hasta América.
Una red de factorías balleneras
Restos de 16 factorías
Existen restos de una amplia red de factorías costeras. Las investigaciones han llevado a encontrar toda un zona de interés, proclamada por la UNESCO como única mundial del siglo XVI.
Sumergidos en el mar, se han encontrado restos de 4 barcos balleneros y varios botes pequeños (txalupas). A través de ellos se puede conocer los métodos de construcción navales del siglo XVI.
En tierra, se han encontrado restos de Tonelerías, Hornos de fundición, Almacenes, Talleres, Muelles y Viviendas de temporada. Entre los restos encontrados se encuentra cerámica ibérica, herramientas y cantidades de huesos de ballena.
Red Bay Primera factoría ballenera
Red Bay (Canadá) Patrimonio Mundial
Si comparamos esta estación ballenera con otras inglesas, holandesas e incluso vascas, ninguna se puede igualar con ella, por lo completa que es. La complejidad de sus instalaciones y número la hacen excepcional. Por ello se la otorga la categoría de «Valor Universal excepcional» al conservar todos los principales componentes del proceso industrial. Abarca una extensión de 300 hectáreas de tierra y mar.
En el siglo XVI, esta estación descubierta recientemente, fue la mas importante y grande del mundo. Es un ejemplo de colaboración entre el continente Europeo y América, de forma pacífica.
Se han encontrado restos arqueológicos tanto sumergidos como terrestres en la zona, ahora denominada como estrecho de Belle Isle. Un reflejo de la vida en el lugar, como consecuencia de la caza de ballenas, de las relaciones comerciales entre los nativos americanos y los vascos. Los restos sumergidos están excepcionalmente conservados.
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Una historia vasca desconocida
Los vascos y la caza de ballenas
English:
Red Bay Basque Whaling Station