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Terror en los barcos, castigo o amputación
Si bien los piratas eran gentes sin escrúpulos y sin ningún reparo para hacer que se cumpliera sus leyes o los deseos del capitán, la real armada tenía fama de ser implacable. La dura y cruel disciplina en los barcos de guerra, en nombre de la ley naval y la de los fieros filibusteros que tenían su propio código de conducta.
A veces sólo las amputaciones eran la única solución para evitar la muerte. La medicina de la época era muy limitada. Las amputaciones servían como último recurso y como alternativa a la muerte. En esa época todavía no existían antibióticos. para combatir desde dentro, las posibles infecciones.
Disciplina y Cirugía
La vida en los barcos mercantes y piratas era dura y peligrosa
Tener un grupo de hombres encerrados en un espacio pequeño, sin poder bajar a tierra a veces durante semanas, era todo un problema. Rivalidades, diferencias de convivencia, competir por un espacio para dormir. e incluso por alguna de las comidas ocasionaba discusiones continuas.
¿Cirujano o Carnicero?
Toda una carnicería, pero se hacía porque era lo único que salvaba vidas. Además en muchos barcos era el barbero el que además de sacar dientes y muelas, realizaba las amputaciones.
El barbero hacía de médico o curandero y no dudaba en amputar
La Muerte o Amputación
Quedarse sin un ojo, brazo o una pierna, a cambio de seguir viviendo
Pocos sobrevivían a las amputaciones, era muy fácil que se infectasen las heridas. La falta de alternativas médicas las hacían inevitables. Elegir entre vivir o una vida de total dependencia y miseria era la decisión que tenían que tomar.
El horror de la amputación
No existían los antibióticos y la gangrena se podía extender
Cualquier infección podía producir la muerte. Una herida producida por un navajazo, o por un accidente en el barco, unidad a la suciedad que existía a bordo podía dejarte sin un brazo o una pierna e incluso sin la vida.
El agua potable solo se podía utilizar para beber. Si querían lavarse, algo a los que muchos no anhelaban tenía que ser con agua salada. Esto producía sequedad en la piel y molestias a medio y largo plazo.
El Cirujano, casi un Carnicero
Pero salvaba vidas mediante amputaciones
Los instrumentos para amputar o podar como decían los marineros que procedían de zonas mas rurales iban desde bisturí, cuchillos, tijeras hasta serruchos.
En esa época los instrumentos no se desinfectaban y se utilizaban según lo necesitase el cirujano. A veces desde una intervención a otra simplemente se limpiaba rápidamente para quitar los pedazos de carne pegada a ellos.
Y como mucho se secaba la sangre de los instrumentos, si estaban manchados, para que no resbalasen en las manos del cirujano..
El peligro del abordaje
Los piratas vivían unos pocos años porque el riesgo de asaltar un barco era muy grande. En cada abordaje resultaban heridos o muertos algunos. Unas veces por las heridas de pistola, mosquete, espada, o cuchillo. Otras por golpes y caídas al lanzarse desde lo alto de las escalas o velas. El aterrizaje no siempre era en blando. Otras veces no llegaban al otro barco enteros porque les esperaba una cuchillada o les habían dado un tiro con pistola o mosquete.
Si el barco llegaba a defenderse, un solo cañonazo que cayera sobre la cubierta, podía hacer que ciertos de astillas de la madera fueran lanzadas sobre ellos como mortíferos proyectiles.
Aunque esto no ocurriera durante el abordaje al saltar de un barco al otro quedaban al descubierto. Un grupo de tiradores apostados en el Alcázar o en lo ato de las velas podían ser muy peligrosos.
En los barcos de guerra la amputación era habitual
Y era prácticamente la forma la vida en muchas ocasiones
Como mesa para el cirujano, se solían utilizar alguna grande, en las que habitualmente comían los marineros. Un espacio amplio donde poder acostar al enfermo y agarrarle entre varios hombres. Los dolores eran enormes y era muy difícil sujetarle.
Solía estar situada en una zona del buque más segura. En los grandes barcos de guerra se utilizaba la zona del timón del Sollado. Al estar encima de la bodega del barco, no solía tener ni ventanas, ni ventilación, por lo que era oscura y sofocante. Como luz se utilizaba un farol.
Un espectáculo estremecedor después de las batallas
La escena era de auténtica película de terror. Un lugar oscuro, casi sin luz, lleno de sombras, sin ventilación, asfixiante y caluroso.
Gritos de los pacientes a los que se les amputaba, unos tras otros. Gemidos de los heridos que hacían cola esperando su turno y viendo lo que les esperaba.
El suelo lleno de sangre que la arena derramada y las lonas que lo cubrían apenas podía empapar. Baldes llenos de miembros destrozados por las balas y bombas mutilados, eran la mejor muestra de lo que había ocurrido.
La última. pero muy temida solución
El horror se extendía con las amputaciones dolorosas y sin anestesia ya que no se conocía en la época. Como mucho, se les daba, unos tragos de ron o aguardiente, para dejar al paciente un poco desconcertado.
La mayoría no conseguían sobrevivir. Por ello los cirujanos las realizaban solo como último recurso. Otros preferían arriesgarse a morir, tratando de evitar la futura vida de miseria que les esperaba siendo un mutilado, en un mundo tan violento.
Castigo a Marineros y Piratas
Desgarradores latigazos
Una disciplina rígida y cruel
Un castigo muy frecuente entre piratas y marina de guerra
El temido desgarro del látigo
Y marcas en la piel que perdurarían en muchos casos de por vida
Para los Piratas, algunos castigos podían suponer la muerte
Los azotes y el gato de 8 colas
El azotamiento era algo frecuente y habitualmente una docena. Esta cantidad de azotes dejaba la piel destrozada. Una cantidad mayor podría ocasionar la muerte.
En muchas ocasiones se realizaba con un látigo hecho de una soga destrenzada, cuyos hilos estaban llenos de nudos. En la marina inglesa se le llamaba el gato de 8 colas.
Cuando el castigo se quería que fuese ejemplar se le azotaba al marinero en cada barco de la flota. Esto aunque solo fuera por la cantidad de latigazos recibida ocasionaba la muerte.
Bajo la quilla
Una costumbre extendida era atravesar una soga de un lado al otro del barco por debajo del agua. A un extremo de esta soga se le ataba al pirata o marinero. Después de tirarlo al agua, se tiraba desde el otro extremo de la soga.
Esto obligaba a que el castigado tuviera que pasar sumergido por debajo del barco hasta llegar a la otra borda y poder respirar.
Existían muchas posibilidades de que se ahogase en el trayecto. Aunque no ocurriera esto, la piel acababa destrozada ya que en la quilla del barco solía haber multitud de moluscos cuyas conchas desgarraban.
Si además estaba atado, los golpes con la quilla podían ser brutales. Además existía la posibilidad de quedarse enganchado.
Sin ron no era lo mismo
Era la bebida habitual sino había cerveza
Beber y fumar en pipa era todo un entretenimiento
Para que los marineros soportasen las duras condiciones de la vida en el mar se les daba alcohol.
Solía darse una ración a la hora de comer a las 12 h y otra a la hora de la cena a las 5 de la tarde,
Como el agua después de un tiempo era casi imposible de beber se disimulaba su sabor añadiendo algún alcohol. En los barcos ingleses solía darse el llamado Grogg. Esta bebidas consistía en una ración de Ron diluida en 4 partes de agua. Esto evitaba las grandes borracheras.
Solía darse una ración a la hora de comer a las 12 h y otra a la hora de la cena a las 5 de la tarde,
Sin Ron, ni Tabaco
Ante una falta leve lo normal era castigar sin Ron y Tabaco, lo cual suponía un castigo más grande de lo que puede parecer. Estos dos productos eran el desahogo de los marineros y piratas.
En los buques de guerra ingleses estos productos no se repartía a los enfermos del barco . Ante esto muchos marineros evitaban ir a la enfermería y quedarse sin su ración.
Costumbres inglesas y francesas
Todos eran brutales pero algunos más
La brutalidad no era patrimonio de ninguna nación en especial, las marinas de todos los países hacían brutalidades. Era una forma de mantener el orden en unas tripulación que arriesgaban continuamente la vida y en muchos casos estaban en el barco contra su voluntad.
Sin embargo al ser la mayor parte los piratas procedentes de Inglaterra y Francia predominara algunas costumbres de estos países.
La bebida Grogg era inglesa, la puso en practica la primera vez el Almirante inglés Vermont para evitar que los marineros de los barcos de guerra estuvieran borrachos. Para eso repartía el Ron diluido en agua.
La brutalidad de los castigos en los barcos ingleses era famosa para poder mantener el orden y evitar que desertaran.
Era tal el miedo que tenían a las deserciones, que a pesar de que los ingleses ganaron la batalla de Trafalgar al combinado Franco-Español, durante muchos meses no se les permitió desembarcar.