Contenidos
El Varayoc: El Alcalde de Indios
¿Quiénes eran?
Apogeo (XVIII)
Caída
La vara de mando
El Cacique
Los Cabildos de Hispanoamérica
¿Los indios podían tener minas?
Misiones la salvación indigena
Supervivencia indígena
«La supervivencia de las razas indias en Norteamérica se debe a las misiones y a las leyes españolas»
La Universidad Francisco de Vitoria acoge en sus paredes hasta el 30 de noviembre la exposición titulada la Memoria Hispánica, una colección de treinta paneles sobre la obra de España en el Nuevo Mundo, que han sido elaborados por Borja Cardelús, con la colaboración técnica de la Universidad y de la Fundación Civilización Hispánica.El objetivo de la muestra es reivindicar la civilización hispánica y todo lo logrado por España en los tres siglos imperiales: «La memoria hispánica es un concepto para aglutinar a los españoles de ambos lados del charco y para que se sientan orgullosos de su pasado, que es algo que ahora no ocurre y que explica por qué suceden procesos secesionistas como los que se viven hoy en España. Falta orgullo de nación porque no se ha divulgado lo que fuimos, la verdad, para cohesionar a los 600 millones de hispánicos que compartimos una misma cultura, una filosofía y una forma concreta de comprender el mundo», asegura Cardelús, alma mater del proyecto.«La supervivencia de las razas indias en Norteamérica, sin perjuicio de que hubo abusos individuales, se debe a las misiones, las parroquias y las leyes en protección de los de indios que puso España en marcha», afirma el presidente de la Fundación Civilización Hispánica, que considera gravemente injusto que el indigenismo esté atacando símbolos españoles en Estados Unidos como las estatuas de Fray Junípero en California, pues los «que hoy protestan contra la obra española son los descendientes de esas mismas misiones que les salvaron. Si España no hubiera llegado al norte no habría sobrevivido ningún indio para protestar, como no queda nadie en Carolina del Norte o en Georgia».Uno de los paneles se dedica precisamente a examinar la Civilización Hispánica, el área mestiza producto del cruce de los españoles con las gentes de Iberoamérica. Otro panel pasa revista a las contribuciones hispánicas a la humanidad, entre ellas la lengua, la expansión de la religión católica, el traslado de la cultura grecorromana a América o la creación de los derechos humanos en la Escuela de Salamanca del siglo XVI, que impregnaron de humanidad las Leyes de Indias.«Son cosas que no hemos divulgado debidamente, dejando que nos gane terreno países tradicionalmente enemigos como Inglaterra u Holanda, que han alimentado mentiras de la Leyenda Negra que no hemos sabido contrarrestar», apunta Cardelús. En el panel sobre la Leyenda Negra se pasa revista a las acusaciones vertidas sobre la obra de España en América que tanto han menoscabado la imagen histórica de España y que, por razones interesadas, han contribuido a fragmentar y separar a la numerosa comunidad hispana.Mientras que la serie de paneles hispano-norteamericanos contemplan la profunda huella material y cultural dejada por España en los Estados Unidos, entre ellos el origen andaluz del western de Hollywood, que procede íntegramente de las marismas del Guadalquivir. Los paneles del Pacífico abordan no solo la primera vuelta al mundo de Magallanes-Elcano, sino la intensa y profunda exploración del Pacífico llevada a cabo por España. «La gente que ya ha visto la exposición se sorprende porque no conocía muchas de estas cosas. Casi nadie sabe que tres cuartas partes de lo que hoy son los EE.UU. fueron una provincia del Imperio español o que España atisbó Australia antes que nadie.
Son cosas que no se conocen, y por cuyo desconocimiento estamos sin autoestima», señala el escritor, naturalista y cineasta.
(ABC)
La Constitución de Cádiz
La exención del impuesto
La Comunidades de Indios del Perú rechazan la Constitución y ser “españoles”
Si bien muchas políticas adoptadas por los diputados de las Cortes de Cádiz podrían parecer hoy como actos de justicia, reivindicación y de altruismo, en la práctica resultaron muchas veces perjudiciales para las propias comunidades indígenas y para el virreinato en sí, por más de que estas (comunidades) no la entendieran así en un inicio.
Ya que como sabemos el virreinato tenía una organización particular basada en pactos entre los diferentes estamentos, en este caso entre las comunidades indígenas y la Corona, donde el tributo garantizaba el correcto funcionamiento del sistema virreinal que se traducía en el mantenimiento de los campos, caminos, puentes, ejecución de obras públicas y el pago a los funcionarios públicos. Así mismo cabe señalar que la ejecución de esta política no traería un resultado homogéneo y similar en el sur y en el norte peruano, siendo el sur muy pobre y desigual, con un grupo pequeño de personas que acumulaban todas las riquezas y una mayoría miserable, con una corrupción muy arraigada, un ambiente de tensión constante entre los diferentes grupos étnicos; con un norte con comunidades indígenas que si bien no tenían una élite acaudalada si eran más prósperas y estables, y por ello tenían una fidelidad más clara con respecto a la Corona de España.
“han tenido a bien la exención del tributo concedida a los indios […] se extiende a los indios y castas de toda la América la exención del tributo”. (Cortes Generales, 1811)
«Señor, el decreto de Vuestra Majestad de abolición del tributo personal de los indígenas americanos ha derribado hasta los cimientos de aquel muro fuerte que por espacio de tres siglos puso en inmensa separación a los habitantes del antiguo y nuevo mundo”. (Dionisio Inca Yupanqui, 1811)
Los efectos de estas medidas altruistas se vieron durante la década de 1810, cuanto las Cortes de Cádiz por remisión de un grupo de diputados “indigenistas” optaron por abolir el tributo indígena, entre otras medidas, muy a pesar de los argumentos de la Real Hacienda del Perú. Si bien las comunidades indígenas recibieron con júbilo estas medidas, incluso obligando a sus autoridades a ejecutarlas, con el tiempo vieron las consecuencias. Se produjo un ambiente de desgobierno y confusión en muchas comunidades indígenas del Perú, puesto que ellos estaban acostumbrados por siglos a tener leyes particulares, fueros propios y a que el gobierno se encargara de suplir todas sus necesidades, y sin el dinero del tributo las instituciones comenzaron a funcionar mal, los indios comenzaron a sufrir el cobro de otros impuestos y contribuciones al ser ciudadanos “españoles”, en muchos casos pagando de su propio dinero los procesos que antes eran gratuitos por ser “indios”, lo que hizo que volvieran a exigir la restitución del tributo, aunque con un monto anual mucho menor, y en otros casos la derogación total de la Constitución de 1812.
“antes de qe el congreso de cortes nos hubiese exonerado del tributo, una tasa fija reglaba el pago de los dros parroquiales qe con aquella ocasión o tomándose ese por motivo quedo arvitraria, y nosotros expuestos a exivir sien pesos en lugar de seis. Esta perjudicial ciudadanía (española) se acabó ya con el arrivo de nuestro soberano al trono, nosotros estamos reducidos a la antigua clase de tributarios; pues cesando la causa del acresentamiento de dros deben sesar estos y volver a la señalda quota qe antes tenían”. (I. Catacaos, 1819)
Referencias:
.- Destrucción de los indios, Alberto Tauro (1993).
.- Pueblos indígenas y derechos constitucionales en América, Cletus Gregor Barié (2003).