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Los peligrosos Piratas del Norte de África
Gran lujo en los palacios berberiscos
La piratería en la costa mediterránea de África, Establecidos en Argelia, Túnez, Trípoli, ciudades piratas y corsarias. En ocasiones cuando se vieron en peligro se hicieron vasallos del Sultán Turco
No todos los Berberiscos eran musulmanes, pero todos se beneficiaban de sus botines piratas atacando barcos europeos sobre todo españoles
Los frutos de la Piratería se transformaban en lujosas mansiones. El lujo de un Palacio Berberisco de Argel era espectacular, todas las comodidades y caprichos para el Sultán y su séquito
Los mejores mármoles, las mejores telas y sedas, junto a todo tipo de adornos y complementos de oro y plata
Este refugio para los renegados, delincuentes de toda Europa y del Mar Mediterráneo era un nuevo mundo y una nueva vida, si se dedicaban a la piratería.
Europeos con ellos
Argel y los Capitanes Piratas deseando enriquecerse
Al ser las sociedades europeas tan cerradas y estratificadas, donde si uno nacía campesino moría campesino. Y donde los nobles feudales eran señores todopoderosos y en muchos casos su forma de administrar justicia era la crueldad con sus súbditos, algunos huyeron a nuevas zonas. El norte de áfrica se convirtió en refugios de renegados y delincuentes cristianos, que buscaban una forma de sobresalir y ascender socialmente.
Ciudades piratas en el Norte de África
Argel, Túnez, Trípoli etc, fueron lugares de refugio de piratas y corsarios de toda Europa. Durante siglos, atacarán las Costas Europeas del Mediterráneo. Amparadas, por el Imperio Turco, gozaban de gran autonomía. Mantuvieron relaciones comerciales, con diversos países. Francia fue el país que más se benefició del comercio y del tráfico de esclavos gracias a los acuerdos secretos que realizó.
Argel, llena de renegados
A mediados del siglo XVI, la gran mayoría de sus habitantes eran europeos renegados
La ciudad disponía de 60.000 habitantes, la mayoría renegados, y miles de cautivos cristianos. Conseguían grandes sumas de dinero, con el pago de rescates por liberar a los cautivos europeos. Toda una industria muy lucrativa.
La ocupación del Reino de Granada por los Reyes Católicos, hizo que muchos musulmanes, llenos de odio por perder todo lo que tenían, se desplazaran al Norte de África. Pero lo que encontraron no era lo que esperaban, ya que no los consideraban auténticos musulmanes y por lo tanto podían ser vendidos como esclavos. Ante su sorpresa y decepción nada mas llegar algunos fueron vendidos como esclavos, otros se unieron a la piratería para evitar ese destino.
Argel en su edad de Oro
En el siglo XVII legó a tener 100.000 habitantes
Fue su edad de Oro de la Piratería, y llegó a tener más de 35.000 cautivos cristianos. Esto era una enorme riqueza por la cantidad de dinero que podían obtener con los rescates de los cautivos.
Fueron modernizando sus barcos con el tiempo. Incorporaron a su flota de Galeras, embarcaciones de alta borda, capaces de navegar en todo tipo de mares incluso en Océanos.
De los miles de moriscos que llegaron después de su expulsión de España, y solo una parte de ellos, los mas aventureros y belicosos, se incorporaron a la piratería, junto a los renegados.
Moriscos Españoles
Muchos de los que se refugiaron en Argel, también vendidos como esclavos
No se les consideraba musulmanes y les tomaron como objetos de venta en el mercado de esclavos
Aunque los hermanos Barbarroja trasportaron infinidad de moriscos españoles al Norte de África, la mayoría de estos tampoco allí encontraron la salvación.
Mientras en otros lugares como Marruecos se les trató con respeto y se les consideró muy valiosos por los conocimientos que traían. Incluso se les dio facilidades para instalarse, posiblemente por los descendientes del Reino de Granada que se refugiaron en esa zona.
Sin embargo, esto no ocurrió en estas ciudades gobernadas por piratas y dedicadas a la Piratería. Con gran alegría se embarcaban en los buques de sus hermanos islamistas para así obtener la comprensión, apoyo y libertad. Olvidaron que trataban con piratas (ladrones de mar), gentes sin escrúpulos cuya meta era conseguir un buen botín. Pero ante su sorpresa la mayoría de ellos al llegar a Argel, Trípoli o Túnez vieron como eran encadenados y vendidos como esclavos.
No se les consideraba auténticos musulmanes. Eso ya era una justificación suficiente, y por lo tanto, merecedores de convertirse en esclavos. Todo un gran negocio. Para estos piratas berberiscos y más si eran renegados cristianos, eran solamente,un buen botín de guerra.
Para muchos de sus más aguerridos capitanes de origen cristiano, lo más importante era el Oro y la Plata que podían conseguir por ellos. No estaban allí por motivos religiosos. Sólo aquellos que se unían a los piratas, se libraban de las cadenas y de la esclavitud.
Los esclavos, su mayor negocio
Sobretodo muchachas y jóvenes
Su mercado de esclavos tuvo una gran importancia, y la suerte que corrían estos jóvenes era terrible.
Las niñas y mujeres jóvenes eran vendidas por docenas para llenar los harenes de todo el Mediterráneo.
Tenían mejor suerte los especialistas en algún trabajo. Eran muy valorados los que tenían algún oficio. Por ello tenían mejor suerte, ya que necesitaban trabajadores especializados. Buscaban mucho a los especialistas en la construcción de navíos, puertos y artillería, ya que necesitaban barcos para sus expediciones y fortificaciones para un refugio seguro y poder defenderse de posibles ataques
Explotaron a los bereberes vencidos
Hubo varios levantamientos bereberes
Los habitantes originarios de estas zonas del Norte de África también sufrieron con estos piratas. Este gran número de corsarios, constituidos en su mayoría por renegados de todo el Mediterráneo, explotaron a la población indígena de la zona.
En los momentos que hubo levantamientos contra los piratas, estos bien solos o apoyados por los turcos pudieron sofocarlos. Y la población volvió prácticamente a la esclavitud.
Permitían Ordenes Religiosas cristianas
La iglesia cristiana estaba presente en todos los puertos
Había libertad religiosa y los cautivos podían seguir practicando su religión si lo deseaban. Muchos cristianos vivieron entre ellos largos años mientras esperaban su rescate. Ordenes Religiosas Cristianas, como los Mercedarios, Trinitarios, Lazaristas de San Vicente de Paúl.
Los Religiosos eran los Intermediarios
Facilitaban el pago de los rescates por su liberación
Eran permitidos y ayudados por los piratas ya que les hacían un gran servicio. Les ayudaban a cobrar los rescates. Los religiosos asistían a los cristianos. Pero lo principal era que facilitaban el contacto entre los cautivos, y sus lugares de origen, para tramitar el pago del rescate.
Las ordenes religiosas cristianas extendidas por el Mediterráneo pasaban información. Además los piratas también tenían delegados en los puertos Europeos.
Mercaderes Europeos hacen negocio
Se establecían previa autorización en sus puertos
Los piratas necesitaban que lo que robaba tuviera salida y que hubiera compradores. Los bienes robados al llegar a puerto eran comprados por mercaderes que los revendían. Mediante el pago de una licencia, mercaderes judíos, y sobre todo franceses de Marsella así como de otras poblaciones del Sur de Francia, podían realizar este comercio.
Construyeron más mezquitas y palacios
Los beneficios de la piratería
Esta abundancia de recursos, hizo que parte se pudieran utilizar en construcción de mezquitas, y palacios con todo lujo. Construyeron fortificaciones para defenderse de los ataques de los Españoles. Prepararon sus puertos para poder refugiar y abastecer sus barcos.
Comercio con Europa
Durante siglos exportaron e importaron mercancías de Europa
Otro comercio, además del de esclavos
Gracias a los mercaderes principalmente judíos y europeos, pudieron realizar también exportaciones, de productos de la zona como dátiles, cuero, cereales, lana, esponjas, etc. Para construir y amueblar sus lujosos palacios necesitaban productos de calidad y artesanía. Por ello importaron, armas, telas, artículos de lujo, como, cristales, loza, seda, terciopelos mármoles, etc.