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Salvó a miles de judíos: Ángel Sanz Briz
Un Ángel español en Budapest
Este funcionario español aprovechó la no acción de Franco contra los judíos, para salvar a miles de ellos. Es conocido como el levantamiento del General Francisco Franco contra el Gobierno Republicano Español, contó con la ayuda de los fascistas alemanes (Hitler) e italianos (Mussolini), que le proporcionaron armas y soldados. Pero se suele desconocer que el golpe de estado no habría triunfado sin el petróleo americano, que llegó en grandes cantidades y permitió mover grandes cantidades de sus aviones, brindados y camiones de guerra. Entre otras motivos fue gracias a la actuación de Briz, España se ganó el apoyo de Estados Unidos y el país podría entrar en la ONU, años después gracias al apoyo de este país.
Curiosamente y aparentemente con la omisión del Régimen militar de Franco, este funcionario español, salvó a miles de judíos de ir al Campo de exterminio de Auschwitz.
Todo empezó cuando 2 prisioneros judíos se escaparon de Auschwitz, consiguieron llegar a Hungría y elaborar un informe con el destino que les esperaba a los judíos que llegaban al campo. Con todo detalles describieron la vida en el campo y el destino final en los hornos crematorios.
Del 1.000.000 de judíos que perecieron en Auschwitz, se calculan que fueron unos 395.000 judíos húngaros que perecieron en el campo o en su traslado, Cuando ya se aproximaba el final de la guerra, la obsesión por eliminar judíos permanecía. Como ya no tenían trenes para hacer el traslado, a muchos de ellos se les hizo ir andando desde Hungría a Polonia, donde estaba Auschwitz. Las condiciones fueron tan penosas que muchos no consiguieron llegar, pereciendo en el camino.
El informe sobre lo que ocurría en Auschwitz, hizo que algunos de los embajadores extranjeros se horrorizaron. Entre ellos el español Ángel Sanz Briz.
Pronto envía una carta informando al Gobierno de las nuevas normas contra los judíos: Los judíos sólo podrán salir de sus casas 2 horas al dia y justificadas. Queda prohibido a los judíos relacionarse y comunicarse entre ellos. En los refugios estarán en una sala aparte de los vecinos, la menos segura. En el trasporte en los tranvías deberán ir en el segundo vagón. Los vecinos no podrán albergar a los judíos.
También informa de los campos de concentración que se han creado e incluso envía planos. Informa también que miles son exterminados en esos campos mediante gas.
Expulsión histórica en 1492
Pronto vió que en realidad los judíos que cumplían las condiciones eran prácticamente inexistentes, ya que el grueso de los expulsados en esa época se refugiaron en territorio del Imperio Otomano. Sobre todo en Tesalónica, donde fueron recibidos con los brazos abiertos por el Imperio Otomano. Su Imperio creció espectacularmente por la mano de obra cualificada, científicos, médicos, navegantes, artesanos, etc. Tanto fue la alegría del Sultán Otomano que llegó a decir » Poco inteligentes o poco poderosos son estos Reyes, que me envían a la élite de la ciencia a mis dominios».
Todos estos judíos fueron utilizados para reorganizar y engrandecer el Imperio Otomano, que si bien disponía de guerreros, tenía como punto débil, el proceder de una cultura nómada y no disponía ni de tradición, ni de científicos, por lo que se veía obligado a importarlos.
Ley para los Sefardíes
Conocedor de que había una antigua ley española, que autoriza dar la Nacionalidad Española a descendiente se Judíos Sefardíes que fueron expulsados de España por los Reyes Católicos, informó a las autoridades Húngaras que colaboraban con el Régimen fascista Alemán. Pidió autorización a España para expedir 200 pasaportes españoles bajo esta premisa.
Decreto de Primo de Rivera (1924)
Aprovechando un Real Decreto que se había emitido durante el Levantamiento Militar de Primo de Rivera, para devolver algunos derechos a los judíos.
Pasaportes españoles trucados
Ante el hecho de no recibir respuesta desde Madrid, decide actuar bajo su responsabilidad, dada la gravedad de la situación. Comenzó a otorgar los 200 permisos a cualquier judío húngaro. Y continuó concediendo otros 5.000 más, resguardado en su silencio y en el de Madrid, que se desentiende el asunto y no responde. Primero pidió licencia al Gobierno Húngaro para 200 personas. Después dijo que la licencia era para 200 familias. Posteriormente estas 200 familias se fueron multiplicando, porque en las diferentes series de pasaportes, ninguno superaba el número 200.
Crea refugios para judíos
Ante el temor de que fueron detenidos antes de la salida de Hungría destino a España. Localiza casas donde poder alojarlos con seguridad antes de la partida. Además a estas viviendas las colocó Banderas de España,. De esta manera se convirtieron en espacios de soberanía española. Como los judíos podían ser detenidos en la calle o en sus hogares, aunque tuviesen ya el pasaporte español, se les alojó en para que estuviesen seguros hasta su partida hacia España.
Consigue un total de 11 casas bajo inmunidad diplomática española, porque se le considera territorio español. Allí va alojando a estos miles de judíos perseguidos.
Añadió un sistema de alarma, por el cual si había algún registro alemán pudiera acudir a toda velocidad un miembro de la embajada para justificar los hechos y darlos amparo.
Su ayudante continúa su labor
Ante la proximidad de los rusos, ya en territorio de Hungría en 1944, es enviado a Madrid. Al abandonar la Embajada Española, otorga poderes a su ayudante, pero le deja sin responsabilidad de la creación de la red de refugios que había creado, una manera de protegerlo. Este continuó vigilando las casas, temiendo problemas, ante la ausencia de Ángel Sanz Briz.
Nada más abandonar el Embajador el territorio húngaro tuvo que hacer su trabajo. Al visitar alguna de las viviendas se encontró a todos sus ocupantes en el exterior rodeados por la policía. Este se enfrentó a ellos, indicando que el era el representante de España, en ese momento ya que el embajador español, había marchado temporalmente. Al ser reconocido, ya que siempre iba con el Embajador en sus gestiones con las autoridades húngaros, pudo re-alojar nuevamente a sus ocupantes, salvándoles hasta el final de la guerra. Su ayudante aunque no era diplomático español, continuó repartiendo pasaportes españoles hasta el final de la guerra.
Un gran trabajo, con un gran riesgo ante la desgracias de muchos miles de húngaros judíos. Gracias a ello, a ello más de 50.000 personas descienden de a aquellos miles de judíos que salvó.
Sólo pudo salvar 5.200 personas de las casi 400.000 que murieron en Auschwitz