Contenidos
Expulsion de los Españoles
México y su decreto de espulsion
La expulsión de los españoles en México…….
Hoy 20 de diciembre…En 1827, durante el gobierno de Guadalupe Victoria, se decreta la expulsión del país de todos los residentes españoles. con este decreto, según algunos especialistas, fue un error del gobierno de Victoria, ya que saldrán muchos españoles con todo y su capital. dejando a México en serias complicaciones culturales y económicas, a pesar que ya ellos eran ciudadanos mexicanos de acuerdo a la Constitución de 1824. un caso particular en la aplicación de este decreto en Chihuahua, fue el de don Melchor Guaspe, que llego procedente de Mayorca de Castilla la vieja. a la villa de Chihuahua en el año de 1798, en los momentos en que trataban de subir a sus respectivos campanarios, las campanas recién fundidas por Juan Antonio Gómez, para la parroquia de la villa, hoy Catedral de Chihuahua. con la experiencia adquirida en los muelles de su tierra en el manejo de carga pesada; Don Melchor acogió a dirigir la laboriosa empresa, logrando un completo éxito, lo que lo hizo aparecer como el héroe del día. Era buen mozo, así a mediados del año siguiente, caso con la más hermosa de las muchachas chihuahuenses, la joven doña María Filomena de Fresi, estimado de las autoridades, obtuvo la plaza de portero de las casas capitulares de la villa, que en esa época tenía cierta importancia. en 1806, organizo la boda del comandante general don Nemesio Salcedo con Telesfora de Urquijo, acontecimiento cumbre del año. fue designado ser custodio personal del cura Hidalgo. para 1829, por especiales consideraciones; Don Melchor fue exceptuado del rigor de la ley de expulsión de los españoles, dictada por el Congreso del Estado, que la establecido en la fracción IV, que dice; Los españoles a quienes el congreso general dispensa el efecto de la ley del 20 de diciembre, aunque sean de los comprendidos en el artículo tercero del presente, no podrán avecindarse ni residir en el estado; Excepto los ciudadanos; Melchor Guaspe y Sabino Diego de la Pedrueza, si consiguen la gracia solicitada en favor, por esta legislatura… Sabido es que la consiguieron. el 28 de enero de 1852, después de haber vivido en Chihuahua 70 años. fallece en esta misma ciudad, donde descansan sus restos en el atrio de catedral…
Genocidios y derogación de Leyes de Indias
Las ordenes por escrito de los genocidios criollos.
Tras las independencias de los Virreinatos Españoles de América todo cambió para mal. Los indígenas fueron los mas perjudicados. La brutalidad de los genocidios ha quedado demostrado por los testimonios y ordenes por escrito de los llamados Libertadores. El deseo de apoderarse de las tierras de los indígenas les llevó a cometer todo tipo de crueldades, con tal de apoderarse de ellas.
Cosas que no quieren enseñar en las escuelas.
Criollos e indígenas
Algunos casos concretos
Fuentes y Referencias:
Indígenas sin Leyes de Indias
Derogación de las leyes de Indias
En Perú:
En México:
Conclusión:
Fuentes
Mundo andino y Repúblicas
Destruido por las republicas
“El mundo andino fue un mundo destruido por la República. El mayor enemigo del mundo andino ha sido la República.»
» En la Guerra de Independencia los indígenas lucharon en el bando realista porque no querían perder la estructura tradicional que ellos tenían, la República declaró a las comunidades indígenas abolidas. Por casi 100 años las comunidades no tuvieron existencia jurídica, la República apoyaba al hacendado liberal capitalista.
El Estado que existe hoy en el Perú es un Estado heredero del republicanismo jacobino, es un Estado que quiere intervenir no solo en la vida legal de la gente… ese Estado liberal y capitalista es el que ampliamente es rechazado, fue rechazado en el siglo XIX, sobretodo en la sociedad andina, así que encontró su plataforma en la zona litoral (costa) del país, en Lima. […] Y esos migrantes andinos, profundamente conservadores, son los que hoy resisten contra este Estado republicano jacobino, y contra la formalidad de modelo europeo. La informalidad que está mal vista desde los sectores elitistas de la sociedad peruana en el fondo es una gran rebelión conservadora en contra de un Estado jacobino que ha fracasado en el Perú, pero que se resiste a morir“. (Altuve-Febres, 2022)
Referencia:
.- Los Conservadores y la historia del Perú, Fernán Altuve-Febres (2022).
Bolivia y derechos indígenas
Destrucción de documentos virreinales
Marka Tola y los Caciques Apoderados
Santos Marka Tola fue un Cacique Apoderado del Ayllu Qallapa, uno de los grandes caudillos aymaras del siglo XX. Este grupo de caciques indígenas fueron quienes emprendieron una batalla legal contra la República de Bolivia para recuperar y evitar la usurpación de las tierras comunales de los ayllus indígenas en La Paz, Cochabamba y Chuquisaca.
Para lograr aquello los caciques acudieron a los documentos virreinales del gobierno del virrey Álvarez de Toledo, donde el rey Felipe II de la Casa de Austria reconoce la posesión comunal de las tierras a los ayllus indígenas, de las cuales no podían ser privados puesto que era un acuerdo entre dos naciones.
Las élites criollas de Bolivia recurrieron a toda una serie de artimañas para desestimar la lucha de los caciques indígenas, desde destruir documentos virreinales, hasta acusar al propio Marka Tola de ser un conspirador, agente extranjero, traidor a la patria, sedicioso, entre otros calificativos negativos que solían reproducir los criollos contra sus enemigos políticos.
Los criollos apresaron arbitrariamente a los líderes como Marka Tola en varias oportunidades para obstruir el proceso, destruyeron sus documentos argumentando que eran falsificaciones y en el peor de los casos atentaron contra la vida de los caciques.
Referencia:
.- El Cacique Santos Marka T’ula, James Kohl (2020).
Estas tierras son nuestras
Eduardo Leandro Nina Quispe
“estas tierras son nuestras, nosotros tenemos los títulos que hemos adquirido a la Corona de España en la colonia, nadie puede despojarnos de nuestra propiedad, ni blancos, ni extranjeros, nadie”. (Nina Quispe, 1930)
Eduardo Nina Quispe fue un caudillo e intelectual del Ayllu Chivo de Taraco. Fue el fundador de la Sociedad República del Qollasuyu en 1930, donde se promovía la creación de un pensamiento y filosofía indígena para luchar contra las corrientes de pensamiento de los criollos de Bolivia.
Nina Quispe fue el autor del libro “De Los títulos de composición de La Corona de España”, donde plantea que los territorios de los ayllus y comunidades indígenas de Bolivia deben ser restituidos a sus legítimos propietarios, es decir a los indios, utilizando para ello los títulos virreinales de propiedad otorgados por la Corona de España en tiempo de los reyes Felipe II y Felipe III de las Casa de Austria.
«Los idiomas aimará y quechua, habla la raza indígena, el castellano, lo hablan las razas blanca y mestiza. […] Nosotros debemos preservar nuestro idioma para mantener la lucha por la libertad». (Nina Quispe 1932)
Referencia:
.- Líderes indígenas aymaras: lucha por la defensa de tierras comunitarias de origen, Roberto Choque Canqui (2010).
Eliminacion de la Nobleza indigena
Nobleza Inca y Bolivar
FUE SIMÓN BOLIVAR QUIEN DESMANTELO EL CONSEJO ELECTORAL DE 24 INCAS O ALFÉREZ DEL INCA.
Incas.
¿QUÉ PASÓ CON LA NOBLEZA INCA Y SUS DESCENDIENTES TRAS LA CONQUISTA ESPAÑOLA?
¿Los españoles los exterminaron? ¿Los esclavizaron? ¿El linaje se perdió?
Contrario a lo que se creen, con la muerte de Atahualpa la nobleza inca no terminó, sino continuó y con mucho prestigio y poder.
El Consejo de los 24 Electores Incas del Qosqo (Alférez Real de los Incas) fue una institución de sumo prestigio creada por el rey Felipe II con la intención de honrar, privilegiar y dar poder a la familia real Inca y sus descendientes, tanto de sangre como mestizos.
Inicialmente sus miembros eran cuidadosamente admitidos por los funcionarios de la dicha institución en el siglo XVI y XVII.
El proceso era muy riguroso, pues para los reyes españoles los «reyes del Tahuantinsuyo» el ser reyes de un vasto imperio, estaban a su mismo nivel y por ello debían ser tratados como reyes.
Muchos integrantes de este Consejo incluso viajaron al Viejo Mundo, casándose con damas de la alta realeza europea. Es por ello que incluso todavía se podría encontrar descendientes Incas en Europa.
Este consejo estaba integrado por 24 nobles Incas católicos que pertenecían a la Casa Real Hurin Qosqo y Hanan Qosqo y se admitía a 2 miembros de cada Panaca o Ayllu Real.
El poder de esta familia Inca era de tal magnitud que muchos de ellos (por no decir casi todos) ocuparon cargos virreinales e incluso tenían la potestad de declarar la guerra. Un ejemplo de ello lo encontramos en 1780, cuando le declaran la guerra a TupacAmaruII, enviando a Pedro Apo Sahuaraura Inca a combatirlo quien murió, junto a muchos de sus soldados indígenas, en defensa de la Corona española en la Batalla de Sangarará.
Fue después de la Independencia cuando esta institución comenzó a desaparecer y con ella a los descendientes directos de la gran panaca real, perdiéndose, por lo tanto, los vestigios de los descendientes de los Incas que forjaron el Tahuantinsuyo.
FUENTE: David Patrick Cahill, Blanca Tovías (2003). Elites indígenas en los Andes: nobles, caciques y cabildantes bajo el yugo colonial. Editorial Abya Yala. Lima-Perú.
Indigenas contra los libertadores
Los Araucanos Realistas
En los años 1813 y 1814 las milicias rebeldes de José Miguel Carrera penetraron en el territorio de los araucanos, donde se habían refugiado las fuerzas virreinales, al sentirse invadidos los caciques Antiman, Nahuelpan, Millacura y Lincopichun, organizaron una Coalición Indio-española que expulsó al ejército rebelde de Carrera de su territorio. Durante los siguientes años un sector importante de los pueblos araucanos luchó en favor de la Corona de España, para que se respetara la autonomía y soberanía de su territorio, la que previamente se había fijado en acuerdos y tratados entre los españoles e indios.
Los indios aliados estaban compuestos principalmente por los pueblos wenteches, boroanos, lafkenches y pehuenches. Entre los caciques realistas más famosos estaban Mariluan, Coliqueo, Toriano, Chuika, Neculmán, Mariwán, Mañil, Quilapán, Huenchukir, Lincopi, Cheuquemilla, entre otros.
Tras la proclama de Bernardo O’Higgins el 13 de marzo de 1819, donde se reconocía la autonomía de estos pueblos, algunos caciques se plegaron al bando independentista. Otros, liderados por el cacique Mariluán, se cambiarían de bando en 1825, formando parte del Parlamento de Tapihue.
Mientras que aquellos que lucharon hasta el final en el bando realista contra los chilenos rebeldes fueron acosados y perseguidos, viéndose obligados a desplazarse en masa hacia el actual territorio argentino, asentándose en La Pampa o en la Patagonia.
Referencias:
.- Caciques borogas y araucanos, Meinrado Hux (2004).
.- Guerra y pacificación de la Araucanía: 350 años de epopeya mapuche, Editorial Lord Cochrane (1976).
.- España en América, Jaime Bel Ventura (2018)
.- Los araucanos en la revolución de la independencia, Tomás Guevara (1910).
.- La capacidad guerrera de los Araucanos, Ricardo Eduardo Latcham (1915).
Los Mapuches con España
Cuando estalla la guerra de independencia, en 1810, en el Virreinato de la Plata, la mayoría de los mapuches cumplieron con su compromiso de defender España formando parte de las tropas realistas. Tras el exitoso desembarco en la ciudad de Arauca de las tropas realistas, se celebró el Parlamento de Quilín, el 3 de febrero de 1814. Ahí se ratificó la alianza entre indios mapuches y españoles, aportando 6.000 guerreros a la causa española. Gracias a su apoyo, se consiguió restablecer la soberanía española en Chile hasta 1817. A pesar de perderse Chile en 1819, los mapuches consiguiendo atrasar el proceso de independencia chileno hasta 1832.
Los leales de Colombia
Antioquia
El pensamiento monárquico en Antioquia
Contrario a lo que se piensa, hacia 1819, una parte muy importante de la población antioqueña y del resto de la naciente república permaneció fiel a la nación española, y por tanto, continuaron a la espera del resurgimiento de su mundo y sistema de valores. Lo hicieron desde distintas posturas: resistencia armada, hostigamiento, rebeldía e insumisión. Pese a ello, la historiografía tradicional ha tomado el rápido sometimiento de la provincia por las huestes de Córdova, como el inequívoco deseo de la población de abrazar la idea de Independencia.
Este planteamiento repetido hasta el exceso por la mayoría de los historiadores debería ser sin embargo matizado pues, de un lado, invisibiliza la mentalidad monárquica implantada durante al menos tres siglos en la región, y de otro, no tiene presente los distintos giros que tomó el proceso a raíz de la crisis política del Imperio hispánico, ocasionada por la invasión francesa y la abdicación de Bayona.
La negación de la existencia del espíritu monárquico entre la población y su reducción a un enemigo extranjero —el español—, fue usado como arma política de las élites independentista para justificar su lucha y dar legitimidad a sus acciones. Bajo esta lógica se dio la sensación que fueron españoles europeos los que sostuvieron la lucha armada para defender a su rey.
Esto es apenas una representación que se observa en la historia, literatura y arte de exaltación patriótica pues, contradictoriamente, en los documentos y la información consultada se observa que el pueblo llano americano se movilizó, al igual que en la península, en defensa de sus sistemas de valores y pensamientos.
Precisamente fueron los sectores populares: las clases bajas urbanas, las rurales y las castas sociales —indígenas y esclavos—, quienes mayoritariamente se movilizaron en defensa de la monarquía española . Mientras que la inclinación por la causa emancipadora fue excesivamente urbana y promovida por las oligarquías criollas de comerciantes y terratenientes, más cosmopolitas, con mayor grado de educación y con el particular interés de emerger como grupo dominante en la nueva república.
Como indica Jaime Sierra García: “Esto muestra cómo los dirigentes de la Independencia surgieron de un grupo social bien definido, compuesto por las principales familias criollas, de comerciantes, mineros y propietarios, cuyos hijos se habían educado en Bogotá o Popayán, donde se graduaron como abogados o sacerdotes. Como residían ante todo en las áreas urbanas, fueron éstas las zonas más adictas al movimiento emancipador, mientras que en las zonas rurales, donde predominaban los esclavos dedicados a la minería y los mestizos, dedicados al mazamorreo y a la agricultura, así como los escasos indios dedicados a la agricultura, la adhesión a la causa realista fue más frecuente”(Sierra, 1988) .
Es entendible que la contrarrevolución haya sido sustentada por la mentalidad anti liberal y tradicionalista que había sido inalienable en los pueblos hispanoamericanos, por cuanto esta derivó del proyecto civilizatorio implantado por los europeos y que incluso después de la caída del antiguo sistema perduró bajo la figura del conservadurismo y la defensa de la religión. Dicho modelo que tendía a defender el orden natural de las cosas, fue sostenido incluso por las capas altas de la sociedad pese a su pertenecía a la burguesía local, evidenciando a su vez que el proyecto liberal republicano fue impuesto desde un sector minúsculo, claramente identificable entre las oligarquías criollas, que aprovecharon la coyuntural crisis política, para salir a flote como clase social emergente y detentar el poder económico y político local.
Esto explicaría las razones por las que una parte de las oligarquías regionales, pudiendo gozar de mayores privilegios económicos y políticos, optaron por permanecer fieles a la monarquía, empuñando las armas aun cuando todo estaba perdido, en defensa de su sistema de valores encarnados en los tres pilares de su civilización: rey, Iglesia y nación.
En consecuencia, se observa que el proyecto político republicano fue desde sus inicios artificioso, al intentar imponer una serie de ideas nuevas –liberalismo, ilustración, federalismo, secularismo y contrato social–, que no sólo eran ajenas (extranjeras) a la nación española, sino contrarias por cuanto no provenían de la tradición y no eran aplicables a su sistema de valores. Fueron importadas como una mala copia del radicalismo francés y sobre todo del mundo anglosajón, que había producido la Era de las Revoluciones, en la que los procesos de emancipación hispanoamericanos más que un apéndice, habían sido inducidos artificiosamente por una serie de agentes que desde el exterior fraguaron y lucharon por sostener estas causas.
De manera que el panorama de la resistencia armada realista, especialmente en el caso antioqueño, es más variopinto de lo que se muestra en la historiografía tradicional. Esto se observa por ejemplo en las representaciones iconográficas producidas después de las grandes batallas, donde se muestra a los defensores del rey como europeos bien pertrechados, tendidos en el suelo sin vida o en franca huida. La realidad debió haber sido muy distinta, sobre todo hacia 1819, cuando muchas de las tropas que sostuvieron la causa realista eran milicianos mal vestidos, gentes de todos los colores y mayoritariamente de sectores subalternos (esclavos e indígenas).
Extracto tomado del Capítulo 4 del libro «“HASTA LOS GALLINAZOS TIENEN REY”. GUERRILLAS ARMADAS Y OTRAS FORMAS DE RESISTENCIA CONTRARREVOLUCIONARIA EN LA PROVINCIA ANTIOQUIA (1813-1830)»
Autor: John Alejandro Ricaurte Cartagena
Contacto: johnaricaurteca@gmail.com
El último General del Rey
Huachaca: El ultimo General del Rey de España en el Perú
Tras la Capitulación de Ayacucho de 1824, el indio Antonio Huachaca, quien en diciembre de 1824 se convirtió en “Brigadier General de los Reales Ejércitos del Perú” encaró a los generales españoles y criollos rendidos, por su actitud cobarde, y se retiró hacia su comunidad. Le siguieron un grupo considerable de indios y mestizos realistas, así como un importante número de oficiales españoles y criollos que estaban descontentos por la capitulación.
Este ejército de aproximadamente 2000-3000 realistas iniciaron una resistencia y se asentaron en San José de Iquicha (Ayacucho), declarando el lugar como autónomo e independiente de la República del Perú, jurando fidelidad a la Corona de España. El gobierno realista de Iquicha estaba en contra de la individualización y usurpación de las tierras comunales de los indios y del restablecimiento del tributo indígena.
Entre los líderes de la resistencia se destacaban Antonio Huachaca, Prudencio Huachaca, Tadeo Choque, Nicolás Soregui, Pascual Arancibia, Francisco Garay, Francisco Lanche, Juan Fernández y el presbítero Mariano Meneses. En junio de 1826, los rebeldes bajo el comando del general Huachaca logran tomar el pueblo de Huanta convirtiéndolo en centro de operaciones. Tenían planeado capturar Huamanga y Huancavelica, para luego atacar Lima. Con el apoyo de arrieros, comerciantes, campesinos y dos fracciones desertoras de los Húsares de Junín, intentan tomar Huamanga (Ayacucho), pero son derrotados por la guarnición de la ciudad.
El más notable suceso de esta etapa fue el Combate de Uchuraccay (1828), donde el comandante Gabriel Quintanilla enfrentó a los indios realistas por un lapso de dos horas. En este combate cayó valientemente el comandante Prudencio Huachaca, y el sargento mayor Pedro Cárdenas, entre otros, y asimismo el capitulado José Pérez del Valle, que falleció pocos días después. No habiendo podido capturar al general Huachaca, los republicanos se ensañaron con su esposa e hijos, así como con sus comandantes principales, quienes fueron hechos prisioneros y remitidos a Ayacucho. Huachaca huyó hacia la puna y no volvió a parecer sino hasta la Guerra Civil de 1834, donde toma partido por el bando liderado por el general Luis José de Orbegoso, posteriormente se une al bando de los confederados.
Referencia:
.- The Plebeian Republic: The Huanta Rebellion and the Making of the Peruvian State, Cecilia Méndez (2005).
Sucesores de los Libertadores
Rebelión en Perú, 1823
Fotografía de Mariano Pacco, caudillo indígena de la rebelión campesina de Huancho (Puno) de 1923. Mariano Pacco Mamani nació el 29 de setiembre de 1890, en la estancia de Antacahua y murió el 14 de junio de 1979.
Mariano Pacco y otros caudillos indígenas viajaron a Lima para exigirle al presidente y al congreso educación para los niños de su pueblo, además de quejarse de los abusos que cometían los hacendados de su región.
Al no ser atendidos, decidieron emprender una rebelión, aquella que fue duramente reprimida por el gobierno y los hacendados. Según relatos Pacco fue capturado, azotado, baleado y lanzado al río de Huancané, pese a sus heridas logró escapar y continuar con su lucha por los derechos indígenas.
Referencia:
.- La rebelión de Huancané: (1923-1924), Augusto Ramos (1984).
El indio en Peru, 1867
En Indio en el Perú
“La nación peruana no es la asociación de los individuos moradores de la costa del Perú, no son esos pueblos solos los que constituyen la república. La nación tiene pueblos numerosos en el interior, esos pueblos son de indios; de indios que tienen necesidades, de hombres, a quienes los gobiernos no deben abandonar sin proporcionarles los medios de que han menester para la realización de sus fines morales, políticos y religiosos. Los indios en el Perú, no han sido, ni son en la actualidad los hombres libres, los ciudadanos de los pueblos: antes si los esclavos envilecidos de la raza naciente, los parias del Perú, el blanco de los abusos de las autoridades religiosas y políticas, las victimas humildes del sable militar. Siempre humillados, siempre despreciados, arrastran la cadena del esclavo que para siempre debiera haber rodado a los pies de la patria en los campos de Ayacucho, sus pueblos arruinados, el embrutecimiento y el atraso; van cada día en peor estado, sus lágrimas no dejan de verterse, sus hogares no han dejado de ser allanados, sus pueblos se explotan y saquean; víctimas de los abusos hasta de sus curas, no pueden considerarse libres”. (Bustamante Dueñas, 1867)
“Con la independencia del Perú la situación del indio no ha mejorado, por el contrario, empeoró”. (Bustamante Dueñas, 1867)
“Los que se oponen a la regeneración del indio, y los que frustran todo buen deseo, son los que viven a costa del sudor del pobre, y los que se enriquecen abusando de la ignorancia, humillación y abandono del indio. No quieren que el indio abra los ojos a la luz de la verdad, porque no conozca sus derechos y se emancipe de sus opresores”. (Bustamante Dueñas, 1867)
“Cuando el indio desdichado reclama justicia y libertad no recibe mayor respuesta del gobierno; cuando se rebela termina siempre muerto, señalado como traidor o revoltoso”. (Bustamante Dueñas, 1867)
Referencia:
.- La rebelión de Juan Bustamante, Emilio Vásquez (1976).
Rebelión en Bolivia, 1870
Luciano Willka fue uno de los caudillos indígenas de la Rebelión de 1870-1871 en Bolivia.
Al mando de un aproximado de 12 000 – 20 000 hombres se levantó contra el gobierno del presidente Melgarejo, por la restitución de las tierras comunales. Willka se hacía llamar como “General en Jefe de todos los indios comunarios” y según algunas fuentes de la época afirmaba ser “descendiente de los Incas”, por lo que sus tropas enarbolaron en La Paz banderas blancas y rojas que tenían un sol bordado en el centro. Willka emprendió una guerra contra el gobierno de Melgarejo, la oligarquía boliviana y contra los hacendados.
“durante el primer periodo republicano las comunidades indígenas sobrevivieron y su población aumento debido a la contracción económica urbana existiendo pocos problemas entre comunidades y haciendas. […] la “pax-comunal” entró en crisis a partir de la década de 1860. Con el fin de disminuir el déficit fiscal Melgarejo emprendió la primera gran embestida contra la propiedad comunal”. (Klein y Greishaber, 1991)
“Se debe arrancar esos terrenos de las manos del ignorante indígena, atrasado, sin medios; y pasarlos a la emprendedora, activa e inteligente raza blanca, ávida de propiedades y fortuna, llena de ambición y de necesidades, es efectuar la conversión más saludable en el orden social y económico de Bolivia”. (Vicente Dorado, 1864)
En 1870 se alió con el coronel Morales y el Dr. Casimiro Corral contra el gobierno del Gral. Melgarejo. Algunas fuentes señalan que fue él quien en 1871 derrotó a Melgarejo, obligando así a su gente a huir hacia Lima (Perú) y Chile.
“Este Willka fue, sin duda, Luciano Willka. El jefe indígena intervino en la revolución y contribuyó, según los términos de su compromiso, a la caída de Melgarejo, ocurrida el 15 de enero de 1871”. (Condarco, 1983)
Referencia:
.- A History of Indigenous Latin America, René Harder (2020).
Restablecimiento de 1884
El restablecimiento del tributo indígena
En 1884, luego de la derrota ante Chile, el Gobierno republicano del Perú restableció el tributo indígena, la servidumbre y la mita. Lo que provocó una serie de levantamiento indígenas en los interiores del país, que fueron aplastados por la fuerza militar. Un aproximado de 1 000 indígenas serian masacrados por el ejército.
El general Cáceres que había liderado al bando de los rojos en la Guerra Civil contra Iglesias abolió el tributo indígena y otras prestaciones, pero estableció la “contribución personal” en 1887.
“Bajo los montos de 2 soles anuales para la sierra y 4 para la costa, la contribución personal comenzó a cobrarse en 1887 a todos los varones de entre 21 y 60 años en dos semestralidades, las de San Juan y Navidad, manteniendo con ello la nomenclatura y la norma originada en los tiempos coloniales. Este impuesto, al igual que la contribución del jornal de Pardo, debía ser pagado por todos los sectores raciales. El periodo de la contribución había sido extendido a cuarenta años (antes había sido de 33 años). Cáceres había previsto la recaudación de aproximadamente un millón de soles como fruto. Como el conjunto de presupuestos departamentales alcanzaba los dos millones de soles, resultaba evidente que el éxito del programa descentralizador de Cáceres estaba atado al éxito de la contribución personal”. (Cahill, 2008)
Referencia:
.- Derecho indígena y derechos humanos en América Latina, Rodolfo Stavenhagen (1988).
.- De la etnohistoria a la historia en los Andes, David Patrick Cahill (2008).