La Doctrina de Descubrimiento: La Razón de la Monarquía Indígena
Luego de que muchos estados americanos se secionaran de las potencias europeas como España o Reino Unido, decidieron emprender diversas campañas militares para someter a los pueblos indígenas a los proyectos homogeneizadores y de asimilación cultural, que buscaban crear un Estado nación. Las nuevas repúblicas llamaron a esta incursión militar como “una guerra entre la civilización y la barbarie”.
En este contexto las repúblicas utilizaron la “Doctrina de Descubrimiento” para adjudicarse la propiedad total del territorio indígena, que ya había sido reconocido en el pasado por entidades como la Corona de España, Reino Unido o Portugal, ya que dicha doctrina occidental provee derechos de posesión sobre las tierras de los “infieles y bárbaros” si sus gobiernos no están regidas por normas europeas o americanas (EE.UU.), no están bajo la protección de alguna iglesia o no se encuentran bajo la jurisdicción de un príncipe cristiano.
Antecediéndose a la incursión militar de los Estados agresores, muchas autoridades indígenas de diversos pueblos acordaron en parlamento establecer un Gobierno Monárquico, ya sea absolutista o constitucional. Con esta medida los indios buscaron impedir la aplicación de la Doctrina de Descubrimiento, revocando los argumentos jurídicos utilizados por los Estados republicanos para colonizar y apropiarse del territorio indígena.
No obstante, cuando se habla del genocidio de los indígenas y la destrucción de sus lenguas y culturas, estas no sucedieron bajo la conquista de los reinos europeos, si no que sucedieron en durante las nuevas republicas americanas, desde Canadá hasta Chile, prácticamente no se salva ningún país y, sin embargo, estos países en el siglo 19 y 20 tergiversan y cambian la historia para culpar a los Europeos de ese genocidio indígena y así lavarse ellos las manos.
Como consecuencia de esa historia inventada en los nuevos países americanos llegamos a pleno siglo 21 con personas que aún creen que el genocidio indígena fue obra de los europeos sin saber que fueron sus propios países los culpables, como ocurre en México, Chile, Argentina, Perú, etc y por supuesto el peor de todos EEUU.
Referencias:
– Federico Navarrete
– Pedro Cayuqueo
.- Justicia y formas de participación indígena, Claire Wright (2014).
.- Política indigenista de la Iglesia en la Colonial, Juan Bottasso (1991).